Protección Social y Profesionalización

Protección Social y Profesionalización

Protección Social y Profesionalización

Altagracia Suriel

La focalización de la protección social ha requerido que en América Latina haya una tendencia a una cada vez mayor profesionalización en la identificación de la pobreza y la vulnerabilidad que implica el establecimiento de normas y procedimientos especializados en el área.

Esta organización se vincula a la profesionalización de los servicios que se ofrecen, al cumplimiento de estándares de calidad en la captación y en la administración de la información que conducen a procesos confiables que facilitan la gestión pública.

La profesionalización y especialización de la focalización de la protección social ha evolucionado al nivel del establecimiento de instituciones especializadas para esta función en la mayoría de los países de región . Por ejemplo, en República Dominicana se creó en el 2004, mediante Decreto No. 1073-04, el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) que en su artículo establece como objetivo de esa entidad la identificación y priorización y de las familias a elegir como beneficiarias de todos los programas sociales y subsidios que se desarrollen usando recursos estatales.

No obstante su profesionalización, los sistemas de focalización, aunque son los más idóneos para identificar a los prestatarios de la protección social, no son perfectos.

Los métodos utilizados para su realización son estadísticos y por tanto están afectados por los márgenes de error y por filtraciones que inciden en que muchas veces las ayudas estatales corran el riesgo de desvirtuarse si los sistemas de focalización no son revisados y puestos al día.

La profesionalización de la focalización implica actualización periódica con costos asociados que no siempre se pueden prever en los presupuestos nacionales por limitaciones de recursos o por priorización de otras necesidades. La falta de actualización puede implicar tanto exclusión de los necesitados como asignación de beneficios a personas que ya no las necesitan.

Profesionalizar de forma continua la protección social no sólo es buena gestión sino justicia para los más pobres. La contribución a la reducción de la pobreza y la desigualdad pasa por tender la mano a quien más lo requiere sin dejar a nadie atrás.