A propósito de la moral, unos de los grandes filósofos que más aporta en este campo es Enmanuel Kant. Sus ideas se han convertido en un referente para la ética aplicada en la vida personal, social y política.

De Kant aprendemos que el valor de la filosofía como respuesta a las preguntas fundamentales de la vida, que debemos estar sujetos al imperativo categórico o al deber de la ética, que la ética no excluye lo político, la aspiración a una paz perpetua y la concepción del derecho y el Estado como ejercicio de la libertad.

1. El valor de la filosofía
En tiempos en que se desprecia el pensamiento, Kant nos recuerda la importancia de la filosofía como respuesta para todo porque ella nos orienta sobre qué debemos conocer así como los principios y normas para guiar la vida y su sentido último.

La filosofía sigue dando luces sobre las preguntas existenciales porque expresa la capacidad racional del ser humano de reflexionar sobre sí mismo, sobre los demás y sobre el destino de todos.

2. Sujetos a la ética: el imperativo categórico
El aporte más grande de Kant es su convicción de que los seres humanos debemos estar sujetos a la ética, guiándonos por lo que el llamó el imperativo categórico que se expresa en los siguientes enunciados:
“Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal.

“Obra de tal modo que uses la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro siempre como un fin y nunca como un medio”.

Actuar conforme el imperativo categórico implica tratar a los demás con la dignidad de que son acreedores excluyendo su cosificación.

3. La política también está sujeta a la ética
Para Kant, la sujeción a la ética se extiende especialmente al campo de la política, espacio en el que se debe universalizar la norma moral partiendo del valor intrínseco del ser humano como fin en sí mismo, lo que implica evitar la manipulación política y la instrumentalización de las personas y el ejercicio del poder como medio para mejorar al pueblo.

4. La paz perpetua
Kant propone la idea de la paz perpetua a partir de las buenas relaciones entre los Estados, evitando acuerdos que favorezcan futuras guerras, intervencionismo, ejércitos permanentes, endeudamientos que ocasionen tensiones y, en caso de guerra, acciones hostiles que imposibiliten la paz.

5. El Estado y el derecho
Para Kant, el Estado, como extensión del estado de naturaleza, tiene su fundamento en la garantía de la libertad individual. Por su parte, el derecho establece las condiciones y los límites del ejercicio de la libertad en el marco de la convivencia social.