Los retos del nuevo año

Los retos del nuevo año

Los retos del nuevo año

Altagracia Suriel

Un nuevo año trae esperanzas e ilusiones nuevas. A nivel personal generalmente nos trazamos metas y objetivos familiares, profesionales o económicos. A nivel político este es un año de grandes desafíos tanto para el Gobierno, las instituciones y la oposición.

Esos retos son la campaña electoral, la organización de las elecciones en sus diferentes niveles, el control de los precios de los alimentos, la inseguridad ciudadana y las relaciones con Haití.

1. La campaña electoral
El gran reto de los candidatos a cargos municipales, congresuales y naciones es desarrollar sus actos apegados a las normas éticas de la campaña electoral y a la ley. Sobre todo en lo referente al cumplimiento de los topes de gastos y la realización de las actividades de campaña.

2. Las elecciones en sus diferentes niveles
La aprobación de la Ley 20-23 que establece la Ley de Régimen Electoral en República Dominicana presenta una nueva oportunidad. Implementar una nueva legislación constituye siempre un reto a nivel institucional. La Junta Central Electoral tendrá que seguir demostrando su eficiencia con la organización y gestión de las elecciones de este año y los partidos políticos su madurez y fortaleza.

3. El control de los precios de los alimentos
Los datos recientes del Banco Central sobre el índice de precios al consumidor sobre la canasta familiar informan de un costo que supera los 42 mil pesos mensuales en un país en el que el promedio de salarios no llega a 30 mil.

El acceso a alimentos se ha convertido en verdadero problema para las familias dominicanas. Bajar y mantener los precios de los alimentos debe ser el objetivo prioritario de este gobierno y del que surja de las elecciones del 2024.

4. La inseguridad ciudadana
Bajar los índices de criminalidad y delincuencia sigue siendo una tarea pendiente en este país. El desafío es mejorar la seguridad ciudadana cumpliendo la ley y respetando los derechos humanos.

5. Relaciones con Haití
Mantener relaciones armoniosas con Haití es un verdadero desafío en el contexto de una nación hermana carente de un gobierno estable y dominada por bandas delincuenciales. La negociación, la conciliación y la prudencia siempre serán la mejor vía.