Gestión pública, calidad y marco común de evaluación

Gestión pública, calidad y marco común de evaluación

Gestión pública, calidad y  marco común de evaluación

Altagracia Suriel

A propósito de la institucionalidad y la necesidad de un Estado funcional y competente, es pertinente seguir revisando los enfoques de calidad que apoyan una buena gestión pública.

Hay que partir de que la calidad no sólo es un concepto sino una práctica verificable en sistemas, indicadores y resultados. La calidad hay que organizarla, medirla y evidenciarla en los servidores públicos y en los servicios que se entregan a los ciudadanos.

Además de las normas ISO, el Marco Común de Evaluación, Common Assessment Framework (CAF) es una de las propuestas de calidad más aplicadas a nivel mundial. Esta metodología fue creada por Estados miembros de la Unión Europea como herramienta para implementar y utilizar las técnicas de gestión de calidad y mejorar el rendimiento de las instituciones públicas.

En nuestro país, la implementación del modelo CAF ha sido liderada por el Ministerio de Administración Pública (MAP), a través de concursos anuales que participan las entidades públicas que quieran someterse a autoevaluación y evaluación externa a través del Marco Común de Evaluación.

El modelo CAF parte de la autoevaluación como paso previo a la mejora continua, y para incrementar el rendimiento institucional y la instauración de una cultura de la calidad que se va midiendo y verificando avances en 5 criterios de procesos facilitadores como son el liderazgo, la estrategia y la planificación, las personas, las alianzas y recursos así como en 4 criterios de resultados que incluyen los resultados orientados a los ciudadanos, a las personas, a la sociedad y resultados clave de rendimientos.

En el 2021, el MAP modificó su guía CAF que entró en pleno vigor con todas las instituciones a partir del 2022. Esta guía sirve de base a todas las entidades públicas que quieran comprometerse con la eficiencia y la eficacia.

El enfoque de calidad en las instituciones crea cultura de trabajo, compromiso y excelencia. Como decía John Ruskin “la calidad nunca es un accidente, siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia”. Cuando las cosas se hacen bien, mejoran las personas y el país.