Un futuro económico complicado

Un futuro económico complicado

Un futuro económico complicado

Antonio Ciriaco Cruz

En la más reciente reunión, organizada por la Reserva Federal de Kansas City, del 25 al 27 de agosto, en el pueblo de Jackson Hole, Estado Wyoming, el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, reconoce que habrá un periodo sostenido de crecimiento económico por debajo de su potencial.

Todo indica que la destrucción de demanda, es decir menos consumo e inversión, seguirá su curso en la medida que la política monetaria se torne aún mas restrictiva.

Lo que se deduce de esta reunión, de los principales banqueros centrales, es que el combate contra la inflación será prioridad por encima de cualquier otro objetivo trazado por los bancos centrales.

Al parecer los bancos centrales tratarán de provocar una recesión leve, de tal manera que no se afecte mucho el crecimiento y empleo. Sin embargo, las noticias que nos llegan alrededor del conflicto bélico Rusia-Ucrania no dan señal de buenos augurios.
Las sanciones a Rusia no han tenido los efectos esperados.

Las exportaciones rusas de petróleo y gas se han colocado en China y la India con grandes descuentos; pero además importantes lugares, como el estrecho de Taiwán, están en tensión permanente por el conflicto chino-Estado Unidos-Taiwán, dificultando el trafico del comercio entre China y Japón y afectando las cadenas globales de suministros.

La falta de acuerdos con Rusia impacta los mercados mundiales de los hidrocarburos y combustibles, haciéndolo mucho más caros y volátiles.

Por otra parte, la posición de la Reserva Federal de los Estados Unidos para los próximos meses marca nuevos incrementos en su tasa de política monetaria, y por consiguiente, alzas en la tasa de interés en los países de la zona dólar.

El mundo parece que se desglobaliza, y a su vez se configura una nueva recomposición del orden económico mundial.

Ante un panorama en conflictos geopolíticos recurrentes, es de esperar que las políticas públicas (monetaria, fiscal, etc.) estarán condicionadas a los vaivenes del entorno internacional, y el diseño y ejecución de las políticas económicas serán menos endógenas. Así será el nuevo orden que nos viene, preparémonos.