El derecho a equivocarte

El derecho a equivocarte

El derecho a equivocarte

Ana Blanco

Hay decisiones que son trascendentales para tu vida. Elegir que quieres hacer profesionalmente, dónde vivir, casarte y con quién. Todas van a impactar directamente en ti, en tu presente y futuro.
Ahora, viendo todo con la perspectiva de una mujer madura, me doy cuenta de que nos presionan y mucho en torno a la importancia de decidir bien, y no es que le quite su valor, es simplemente que ahora me doy cuenta de algo: no pasa nada si te equivocas.

Creo que no se nos permite demasiado equivocarnos, todo lo contrario, se espera que seamos casi perfectos. Y es ahí cuando más solemos equivocarnos, por dar respuesta a eso que se espera de nosotros, más que por hacer lo que realmente sentimos.

Y definitivamente es casi tan importante equivocarte alguna vez, como acertar otras. Ese pavor a lo que pueda pasar nos bloquea totalmente, cuando lo que deberíamos es tener la inteligencia emocional y la fuerza mental para ver que tras una equivocación surge una nueva oportunidad, diferente, que va dar resultados diferentes.
El sentirse tan presionado frente a estas decisiones vitales hace, además, que no las disfrutemos en todas sus dimensiones, inmersos en pensar, analizar, planificar, ser extremadamente correctos con todo, y cuando nos venimos a dar cuenta ya tenemos todo encima y ni siquiera lo hemos asimilado.

Ahí, si la decisión es correcta, seguimos hacia delante, y bravo. Ahora si no es la correcta nuestro mundo se hunde y lo hace porque sentimos que hemos fracasado, decepcionando a los demás y eso es duro. Pero también un aprendizaje. Ahora, si nos dejaran sentir que equivocarse no está mal, creo que pudiéramos tomar mejores decisiones y sobre todo saber que, después de todo, siempre hay otra oportunidad de acertar o de equivocarte. No pasa nada.



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