Un modelo apropiado

Un modelo apropiado

Un modelo apropiado

A los obispos dominicanos les causa preocupación la manera desconsiderada en que muchos hombres tratan hoy día a la mujer, particularmente a sus compañeras o esposas, y en una oportuna sugerencia proponen a San José como la fórmula apropiada para llegar al debido respeto.

Desde luego, para alcanzar la alta cuota de la fe de San José nuestros obispos dejan de ver que muchos, tal vez la mayoría, de los que ejercen violencia contra la mujer tienen una carencia importante: no es, generalmente, gente de vida espiritual.

Los obispo de la Conferencia del Episcopado Dominicano lo dicen con estas palabras, que tomamos de la carta pastoral con motivo de la celebración del Día de la Virgen de Altagracia: “San José, esposo de la Virgen, padre de Jesús y modelo de hombre obediente y fiel al plan de Dios”.

No es que haya que ser un santo o un creyente para respetar y considerar como debe ser y como proponen los obispos, pero hay que tener vida interior, fortaleza interior, y como estos valores suelen acompañar a las personas piadosas, hacen muy bien los obispos en llamar la atención sobre la falta de modelos apropiados en el hombre de hoy.

Y como se trata de nuestro caso, en los dominicanos de hoy.