Ozoria introduce pocos cambios en arzobispado, pero define perfil

Ozoria introduce pocos cambios en arzobispado, pero define perfil

Ozoria introduce pocos cambios en arzobispado, pero define perfil

Santo Domingo.-El nuevo arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, introdujo pocos cambios en la curia del Arzobispado de Santo Domingo, pero los suficientes como para dejar claro su proclama de que será un “pastor para todos”.

En las tres posiciones más importantes del equipo con el que se dirige la Arquidiócesis (Vicario General, Vicario de Pastoral y Canciller) puso a sacerdotes que representan un gran universo.

Como Vicario General nombró al padre Abraham Apolinario, un sacerdote que siempre ha trabajado en los barrios de Santo Domingo.

Al frente de la Vicaría de Pastoral designó a monseñor Lorenzo Vargas, quien ha dedicado gran parte de su vida sacerdotal sirviendo en comunidades rurales y semi rurales, además de ser quien han estado guiando el Plan Nacional de Pastoral.

Y como Canciller y Administrador designó al padre Gerardo Ramírez, un sacerdote de parroquias en sectores de nivel socioeconómico medio alto-alto.

“Vengo a dar mi vida por ustedes: los del centro y los de la periferia, a los de las altas torres y a los de los barrios, los del campo y los de la ciudad, los creyentes y los no creyentes, los que tienen poder y los débiles, los que disponen de recursos y los que carecen de ellos”, indicó monseñor Ozoria Acosta en su homilía de la primer misa como Arzobispo de Santo Domingo.

Monseñor Ozoria Acosta se confundió entre los abrazos de miles de feligreses que fueron a escuchar su mensaje.

“Él viene de la humildad, creció en ella y va a repartir esa humildad a los que no la tienen y a los que la tenemos nos ayudará a impulsar la Iglesia para trabajar con los pobres”, comentó Bernarda Fabián al término de la eucaristía.

Al igual que ella, muchos otros salieron emocionados de la misa oficiada por Ozoria en el Palacio de los Deportes, el pasado sábado. “Vengo a esta iglesia como pastor, no vengo como sociólogo ni como economista, ni como comunicador, sencillamente soy un pastor”, proclamó Ozoria. Anunció que su principal objetivo como nuevo pastor de la Arquidiócesis es relanzar el Plan Pastoral de su predecesor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, como además involucrar en esa labor a quienes hasta ahora no lo han hecho.

“Sí, algo que debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. Queremos a través de este Plan Pastoral atender a tantas necesidades que hay en nuestro pueblo”.

Concelebrantes

Ozoria habló ante el Nuncio Apostólico Jude Thaddeus Okolo; el obispo emérito de Nueva York Jhon O.Connor, los obispos de San Juan Puerto Rico y Ponce, así como cinco del Episcopado de Haití y más de una docena de obispos dominicanos. Igual estuvo la primera dama, Cándida Montilla de Medina.

Con entronización, Francisco Ozoria sucede a Nicolás Cardenal López Rodríguez, que rigió la diócesis de Santo Domingo durante 35 años

“Estas palabras son para dar gracias a Dios por su inmenso amor y su desbordante misericordia. Me atrevo a decir con el salmista: ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación invocando tu Nombre Señor”.

Esas fueron las primeras palabras de Ozoria Acosta, tras ser entronizado como Arzobispo de Santo Domingo por el Nuncio Apostólico de su Santidad, Jude Thaddeus Okolo, quien le invitó a sentarse en el trono episcopal para simbolizar que toma posesión de la sede de la Arquidiócesis; y le entregó el báculo que semeja la vara usada por los pastores para conducir sus rebaños.

Ozoria también agradeció el apoyo y solidaridad de la Conferencia del Episcopado Dominicano y reiteró ante cientos de representantes de la vida política, castrense y civil del país que se dieron cita en la Catedral Primada de América, que es “una gran sorpresa que asume con sus retos y sus desafíos”.

“Me confío a la divina providencia para que me dé sabiduría. La misión es grande, pero la fuerza y la gracia de Dios es mayor”, dijo Ozoria, quien finalizó su primera intervención como Arzobispo citando a San Agustín: “Quiero ser con ustedes un hermano y para ustedes un pastor”.

El rito de entronización

A su llegada a la Catedral el Arzobispo electo, acompañado por el Nuncio de su Santidad, y los obispos auxiliares, monseñores Amancio Escapa y Víctor Masalles, fue presentado al Colegio de Consultores.

“Les presento al que desde ahora presidirá sus celebraciones en esta Catedral como arzobispo de esta iglesia particular de Santo Domingo: el excelentísimo y reverendísimo monseñor Francisco Ozoria Acosta”, expresó Jude Thaddeus Okolo, para luego darle a besar el Lignum Crucis (reliquia que se refiere al madero supuestamente usado para crucificar a Jesús de Nazaret) al Arzobispo, y a continuación le ofreció el agua bendita con la que roció a los presentes.

Después procedieron a caminar por el pasillo y entraron a la capilla del Santisimo Sacramento, donde Ozoria rezó unos momentos, luego continuaron caminando hasta llegar a la sacristía donde se revisten para el rito de toma de posesión.

Estando allí, Okolo mandó que se mostraran las Letras Apostólicas al Colegio de Consultores y que fueran leídas.

Tras la lectura Okolo invitó a Ozoria a que se sentara en la cátedra (silla) episcopal y le entregó el báculo, diciendo: “Recibe el báculo, signo del ministerio pastoral, y cuida de todo el rebaño que el Espíritu Santo te ha encargado guardar, como pastor de la iglesia de Dios”.

Luego, una representación del colegio de consultores del clero religioso se acercó y saludó al nuevo Arzobispo manifestándole su deber, obediencia, reverencia y afecto como nuevo pastor arquidiocesano. También el presidente Danilo Medina y otras personalidades se acercaron a felicitar al nuevo Arzobispo de Santo Domingo. Minutos después Ozoria dio las gracias a Dios. La ceremonia de posesión concluyó con cánticos.

*Por Yanet Féliz  y Dominga Ramírez García