Las últimas consecuencias

Las últimas consecuencias

Las últimas consecuencias

Esta frase se escucha de manera muy frecuente en boca de diferentes políticos, empresarios y, también, de funcionarios de alto rango de diferentes instituciones del Estado.

Sobre todo cuando se trata de señalar que habrá castigo inevitable para los autores de actos reñidos con la ley.

De igual forma las palabras “corrupción”, “inseguridad”, “desempleo” y “analfabetismo” también son muy frecuentes. Hay planes y propuestas en curso. Todas en boca de los diferentes aspirantes a la Presidencia de la República, sin importar el litoral de donde se promueva la candidatura.

Si se habla de corrupción, inseguridad, desempleo y analfabetismo todo indica que tenemos serios problemas entroncados en la sociedad dominicana.

Y, más aun, que cada día se ensanchan y crecen, arropando toda la geografía nacional, sin excluir las provincias y poblaciones de la caótica frontera, que nos separa, bajo cierto grado de apariencia, de Haití.

Se trata de cuatro problemas que confluyen en la esfera de la economía nacional. No hay que ser un experto en finanzas para saber que si la economía de un país anda mal, esa condición repercute de manera muy profunda y sensible en toda la estructura social, política y de desarrollo del país.

La erradicación de esos problemas, sin duda, abrirá el camino para tener en el próximo decenio una República Dominicana grande.



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