La Responsabilidad Social Corporativa

La Responsabilidad Social Corporativa

La Responsabilidad Social Corporativa

J. Osiris Mota

Según la definición de la Word Business Council for Sustanaible Development del pasado año 2002: “La responsabilidad social empresarial es el compromiso que asume una empresa para contribuir al desarrollo económico sostenible por medio de colaboración con sus empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en pleno, con el objetivo de mejorar la calidad de vida”.

El concepto de Responsabilidad social Corporativa (RSC) o empresarial, viene desde la mitad del siglo XX, iniciando dicho movimiento en los Estados Unidos, junto con el movimiento obrero. Este concepto ha venido tomando cuerpo en la medida de que las luchas sociales han logrado mayor conciencia de la inclusión social de todos los elementos de la sociedad, y la necesidad de un ambiente sostenible, que haga más seguro y confiable el entorno social y físico en el que nos encontramos.

Muchos en nuestro medio, lo asocian solo a la preocupación de las empresas por el medio ambiente, y ojalá que lo asumieran y en la práctica ejecutaran acciones que enriquecieran y protegieran nuestros bosques, ríos y mares, pero en la práctica no existe la conciencia de lo que en verdad representa asumir el concepto con la seriedad que amerita.

Vivimos en un mundo que se agota, donde los seres humanos nos hemos constituido en el animal más depredador, y como protagonista debemos asumir un compromiso de reducir el impacto de nuestras acciones sobre el planeta. No importa qué tan buena y eficiente es una empresa, si su éxito es producto de la depredación de los recursos naturales y la explotación del trabajo de sus obreros y empleados o de niños etc.

Por lo tanto, si queremos ser empresa efectiva, eficiente y amigable con responsabilidad social, debemos pagar salarios justos y trato humano a nuestro personal, pero que nuestros procesos sean sostenible ambientalmente y capaces de emprender acciones que enriquezcan nuestro entorno social y cultural con la participación de nuestros empleados y socios, además de pagar nuestros impuestos y obtener beneficios.

Cuando las empresas y sus empleados y accionistas, como también los clientes y relacionados, asuman el concepto como una cultura firme e influyente, estaremos creando una sociedad con un gran capital social, que nos dará mayor calidad de vida, fomentando la inclusión social y la solidaridad, en toda una dinámica social esperanzadora.