Infertilidad masculina es poco tratada por tabúes

Infertilidad masculina es poco tratada por tabúes que la rodean

Infertilidad masculina es poco tratada por tabúes que la rodean

Santo Domingo.-“Cuando le pregunté a mi esposo si te daría la entrevista para hablar de su infertilidad, se quedó frisado y no dijo nada, no le gusta hablar de eso. Al inicio de la relación creíamos que yo era la del problema y él no quería ir al médico, y ahora que sabemos que es él, se niega a medicarse; ya llevamos más de 12 años en esa lucha”.

Este es el relato de Agustina, quien como otras mujeres convive con un cónyuge que asocia sus problemas de infertilidad con la sexualidad.

Y es que todo lo que ponga en entredicho la “virilidad” de un hombre, se considera tabú y la infertilidad no escapa de ello. De hecho, en la búsqueda de casos para la elaboración de este reportaje, esta periodista fue juzgada, ignorada y hasta cuestionada por la selección del tema, por eso algunos nombres usados son ficticios para protección de identidad.

No es sólo a la mujer
La Organización Mundial de la Salud define la infertilidad como la imposibilidad de lograr un embarazo tras un año de vida sexual activa sin protección.

De su lado, la especialista en medicina reproductiva, Dalma Dipp expone que la principal causa en el hombre es una disminución en la cantidad de espermatozoides, así como falta de movilidad y/o anormalidad en su estructura anatómica.

Aclara que la infertilidad masculina no está vinculada directamente con el deseo sexual, ahora bien, una disfunción sexual como efecto secundario de una afección subyacente como la diabetes, puede provocar infertilidad indirectamente. Dipp asegura que la infertilidad aumenta en ambos sexos, por eso la investigación básica debe realizarse en pareja. Pero, ¿por qué la vergüenza?

Así como en la antigüedad la esterilidad representaba sufrimiento y deshonra (Génesis 30:1), en la actualidad factores socioculturales aún predisponen al hombre a evadir el tema y minimizar su autocuidado. El terapeuta de parejas Jean Carlos Santos destaca la sobrevaloración de la sexualidad masculina (potencia sexual y tamaño del pene), la cual muchos vinculan con la incapacidad para fecundar.

Aunque el cirujano urólogo Robert Mejía explica que para lograr esto el hombre debe producir suficiente esperma saludable, si no es infértil. Santos agrega que la renuencia de los hombres a acudir a consulta es por “la falacia del superhombre o macho que no puede mostrar debilidad”. Para comprobarlo, EL DÍA realizó un sondeo entre 32 hombres en edades de 41 a 66 años, de ellos el 43.75 % afirmó que nunca ha consultado un urólogo ni siquiera para realizarse exámenes rutinarios.

Algunos se excusaron despectivamente: “Tengo 66 años, no he ido, ni iré, eso es para enfermos. No dejaré que otro hombre me manosee”.

Quiebre emocional
Cabizbajo, Juan, para quien la paternidad es un elemento principal en su proyecto de vida, comienza a contar su historia detrás del velo de la “vergüenza” de ser infértil. “Me frustré, ni los comerciales de pañales resistía, me sentía herido, triste y discapacitado”, confiesa.

Se detiene, respira profundo y con el ceño fruncido se desahoga: “Masturbarme en el laboratorio para realizarme la prueba del espermograma era una tortura.

Tras años medicándome, descubrimos que requerían técnicas de reproducción asistida muy costosas; me rendí y luego, milagrosamente, nació Armando”, culmina Juan su relato, esta vez, entre risas. Su caso no es común, por eso el especialista en reproducción humana, Víctor Montes de Oca, recomienda un estilo de vida sano para favorecer la fertilidad.

Romper con el tabú
En definitiva, para erradicar el tabú que rodea a la “virilidad” es necesario normalizar las conversaciones en las que se importantice la salud reproductiva del hombre.

Denuncia social

Desprotegidos
Los procesos de reproducción asistida de alta complejidad no cuentan con cobertura por parte de las ARS, según especialistas consultados. El precio básico de un solo intento ronda entre los US$7,000 a US$ 10,000.