Música y sexualidad

Música y sexualidad

Música y sexualidad

Dra. Amalfis Núñez

La música tiene una función social mágica en el ser humano. Se utiliza para aumentar el fervor religioso, para relajarse, para alegrarse, inspirarse, dormirse o despertarse, y más.

Existen muchas teorías en cuanto a cómo la música apareció. Una de ellas aporta que fue a través de la evolución del humano, porque al bajar de los árboles y pararse en dos pies se hizo consciente de sus movimientos y del ruido que hacía al caminar, lo que les hizo, para protegerse de depredadores, sincronizar sus marchas en las sociedades primitivas.

Otra hipótesis habla de que la música apareció como una herramienta de cortejo. El hacer música ayudaba a los cavernícolas a cortejar a la mujer y a alcanzar la intimidad sexual.

Al escuchar música las personas generan placer, puede estimularse el deseo sexual. Pues esta provoca muchos sentimientos y emociones. Cierto tipo de música puede llevar a expresiones eróticas y sensuales.
Existe cierto tipo de música con mensajes machistas, incitantes a la actividad sexual, que irrespeta a la mujer, que invita al uso de alcohol y drogas no legales, a tener relaciones íntimas indiscriminadamente, a la violencia general y sexual.

Esta música puede ser peligrosa principalmente en niños y jóvenes. Los podría colocar en situaciones de riesgo y peligro.

Es posible que la exposición a ella aumente la agresividad de estos chicos, comiencen su vida sexual activa más temprano y la acompañen de actividades que los pongan en riesgo y como consecuencia provocar ITS (infecciones de transmisión sexual), embarazos no deseados y a destiempo, relaciones sexuales violentas y sin protección y daños físicos y emocionales.