El envejecimiento no lleva al cese de la actividad sexual. Los sentimientos y deseos permanecen a lo largo del desarrollo del ciclo vital.

Las relaciones íntimas son válidas siempre que tenga una pareja con quien compartir y conozca los cambios que se generan en esta etapa.

En el hombre, el paso del tiempo hace que la erección sea más lenta, ya no se logran erecciones espontáneas por visión o audición, para conseguir la erección generalmente se necesita estímulo directo.

Disminuye también el número de erecciones nocturnas involuntarias y la cantidad de semen en cada eyaculación.

El período refractario (tiempo de descanso entre una eyaculación y la próxima erección) es mayor a medida se crece en edad.

En un hombre de setenta años puede ser de horas a pocos días y ya un octagenario, puede pasar varios días y hasta semana completa sin conseguir una erección adecuada para el desarrollo de una actividad sexual satisfactoria. Esto es normal.

Esto no es causa para que esta persona no alcance la plenitud en un encuentro sexual. Tener en cuenta que en el AM es necesario la erotización de todo el cuerpo acariciando las zonas erógenas y toda la piel, pues la actividad sexual se centra más en el estímulo.

Es importante revisar los medicamentos que ingiere porque algunos disminuyen el deseo sexual, otros la excitación y el orgasmo.

Puede ser maravilloso el resultado del encuentro sexual en el AM. Solo es necesario concientizarse de los cambios y aceptarlos.