Siquiatra evalúa alta incidencia de la violencia contra la mujer

Siquiatra evalúa alta incidencia de la violencia contra la mujer

Siquiatra evalúa alta incidencia de la violencia contra la mujer

Por lo menos la mitad de las mujeres ha experimentado alguna forma de violencia en cualesquiera de sus manifestaciones por parte de sus parejas, y una tercera parte son maltratadas de forma habitual y repetida cada año.

El dato es analizado por el doctor Luis Emilio Montalvo Arzeno, médico psiquiatra, psicólogo clínico y jefe de la Unidad de Salud Mental del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).

Citando la referencia del director del Centro de Mujeres Maltratadas de Austin, en su obra “When Violence Begins At Home”, 1997, el abuso puede ser considerado como cualquier forma de controlar, manipular o maltratar otra persona utilizando tácticas físicas, emocionales o sexuales.

Estadísticas

El 95 % de la violencia y de los crímenes que ocurren en estos contextos intrafamiliares son cometidos por hombres en contra de las mujeres. Muchas mujeres abusadas consideran el abuso emocional igual o peor que el abuso físico.

“Recuerdo un caso de una paciente que me decía que cuando era golpeada por su pareja al menos podía mostrar las lesiones o cicatrices y probar la existencia de abuso”, dice Montalvo.

En cambio, el abuso emocional todo lo que puedes mostrar es expresar el dolor que sientes dentro de tu ser. Ahí dentro es donde residen las cicatrices ocultas a los ojos ajenos, pero vividas intensamente por la víctima del abuso.

A pesar de lo mucho que se ha visibilizado, la violencia en el hogar sigue siendo un problema oculto. Sin embargo, la violencia es común en muchas familias de los países desarrollados, pero tiene una alta incidencia entre familias acosadas por la marginalidad, el hacinamiento y la pobreza extrema. Gran parte de esta violencia recae sobre la mujer, lo que a su vez tiene un efecto sobre los niños.

El final de un círculo de violencia suele ser, en muchos casos, la muerte de la víctima, y a veces del victimario, ya sea por suicidio o por venganza, señala el profesional de la Psiquiatría, quien señala que en sus múltiples manifestaciones la violencia contra la mujer siempre es una forma de ejercicio del poder de parte del hombre mediante el empleo de la fuerza.

El uso de la fuerza para la solución de conflictos interpersonales se impone en un contexto de desequilibrio de poder, permanente o momentáneo. Existen hogares extendidos donde esa violencia contra la mujer, salpica a los niños y niñas, llega hasta los ancianos o abuelos, que muchas veces viven dentro de estos hogares disfuncionales.

Los extremos

El especialista refiere la existencia de casos donde la violencia está tan presente que se manifiesta en restricciones a la libertad, la dignidad y el libre movimiento, como hablar por teléfono, recibir visita de familiares, llegando al extremo en caso de violar las normas impuestas, de aplicar torturas, muchas peleas, esclavitud y encerramiento.

Una característica típica de esta violencia es la invisibilidad.



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