MANAGUA, Nicaragua. Cuando uno mira despacio, sin ignorar ningún detalle, las miradas y las sonrisas, y contempla esa expresión esperanzada y luminosa en los rostros de Alberto Grullón, de 21 años, y quien era su señora esposa hacía, apenas, doce días ¿la apacible alegría, los ojos luminosos, la expresión desbordada de esperanza?, se nos quiebra […]