Cuando se trata de mantener una comunicación asertiva es importante mantenernos enfocados en el punto que tenemos en agenda.

Sin lugar a dudas se trata de un tema que ha venido produciendo disgustos en el ambiente.
Sin importar el ambiente que lo produzca (familiar o profesional) es crucial apegarte a las recomendaciones de semanas anteriores, pero sobre todo mantente calmad@ y nunca empieces esa conversación si sabes que no estás listo para conversar.

Tus atributos como mediador o pacificador serán muy útiles en esa conversación; recuerda que la otra u otras personas podrían estar a la defensiva y eso va a requerir que te mantengas centrad@. Escribir algunas notas previo a la conversación e incluso ensayar posibles situaciones que te pueden ser útiles.

La persona con quien tienes esta conversación podría encontrar uno o múltiples subtemas que podrían desviar del punto a tratar, el objetivo al que necesitas dar respuesta; si ese fuera el caso pídele con cortesía que lo escriba para que puedan abordarlo en otra conversación.

Manteniendo siempre la cordura y buena educación puedes recordarle que esa conversación es básicamente para tratar el punto x por el cual anteriormente fueron convocados.

Los temas que surgen durante estas conversaciones puede que estén relacionados e inciden en la problemática pero con frecuencia solo son distractores.

Las conversaciones más difíciles frecuentemente se presentan cuando las familias se reúnen para encontrar soluciones conjuntas en temas relacionados con el cuidado de familiares que no pueden cuidarse por sí mismos y están a cargo de un solo pariente.

El cuidador debe encontrar la manera asertiva de hacerles saber a sus familiares que tipo de ayuda necesita; no siempre es fácil pero con practica se puede lograr.