Claro que hablo de Elon Musk, cuya excentricidad adinerada le permite matar al pajarito de Twitter para cambiarlo por una X, incógnita a ser despejada. Ha degenerado, como coliseo con exceso de troles, bots, incordios y narcisistas, cada vez menos agradable. A quienes no ponemos filtros, nos meten en debates sin procurarlo. Me etiquetaron en […]