Policía y “percepción” en atracos

Policía y “percepción” en atracos

Policía y  “percepción” en atracos

Dunia De Windt

A pesar de que el ministro Monchy Fadul, catalogó en su momento de pura “percepción” la queja de la población con relación a la delincuencia que vivimos en el país, los atracos, asesinatos, balas perdidas y un largo prontuario de criminalidad no han disminuido.

Recientemente, corrió como la pólvora en las redes sociales la grabación de una cámara de seguridad colocada en la acera de un edificio de un sector céntrico, el atraco a plena luz del día (no hay horarios para robar) de unas señoras que aparcaron su carro en esa acera y tres muchachos en dos motores pasan por su lado, detienen las motos y dos de ellos fueron al vehículo a robar las carteras de estas mujeres en presencia de dos niñas.

Lo positivo de este caso, es que no ocurrió nada lamentable que no fuese solo material. Luego, horas después, la Policía apresó a uno de los atracadores de estas señoras.
Los atracos no tienen distinción de barrios ni horas.

Éste vídeo ha sido visto por miles de dominicanos a través de las redes, pero lamentablemente ocurre todos los días en sectores pudientes y en barrios marginales, sumados a las balas “perdidas” que matan inocentes cada día.

El ministro de turno vive, al parecer, en “Belén con los pastores”, porque su “percepción” de la delincuencia no concuerda con la realidad que la ciudadanía vive a diario en las calles.

En ese sentido, ¿qué hacen las autoridades por la seguridad de los ciudadanos? Nada. ¿Qué pasa con la Policía?, poca cosa, muchos de ellos son los delincuentes y la ciudadanía no confía en ellos. Aún se espera la cacareada “reforma policial”.

También, es un cuerpo del orden que no da abasto para tanta criminalidad, apresa a los delincuentes y la paupérrima “justicia” que tenemos los libera en par de meses. No hay un sistema carcelario digno que brinde oportunidades ni reinserción. Ni terapeutas que trabajen con estos hombres y mujeres.

Como sociedad, estamos mal. No vivimos en un Estado de puestos de trabajo y crecimiento a los repatriados que llegan cada mes y que ya cumplieron condena en otros países. No hay trabajo para muchos aquí, pues imagínese para un exconvicto.

¿Qué hacen éstos?, pues matar, robar, lo que sea por “sobrevivir” y conseguir dinero en un país donde el costo de la vida aumenta de manera descomunal, independientemente del trastorno mental que puedan tener para asesinar por gusto y robar por puro placer.

No justifico estas acciones. ¿Qué estamos haciendo como sociedad? Nada, aunque algunos se defienden con sus propias manos.



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