El país necesita de líderes que hagan respetar sus promesas con hechos palpables, porque ya es una práctica común que vivan ofertando de todo, para obtener la aceptación y luego no cumplir en lo más mínimo.
Esa falla, convertida en histórica, es, en buena medida, la causa de porqué una parte importante de la población esté incrédula y con una gran desconfianza en todo lo que sus líderes prometen que harán si logran sus metas.
Pero hay que mantener el optimismo y no perder las esperanzas en un 100%, cuando se escucha algún dirigente deportivo hablar sobre los objetivos que se buscan alcanzar en los próximos Juegos Nacionales Escolares a inaugurarse mañana en Monte Plata.
Pero hay que tomarles la palabra a esos dirigentes para que se cumplan esas promesas y compromisos de alcanzar las metas que se buscan en este evento, donde el Estado invertirá nada
ás y nada menos que 340 millones en instalaciones y otros 350 en la realización.
Luisín Mejía, presidente del Comité Olímpico Dominicano, se explayó con un discurso sumamente optimista sobre el seguimiento que darán las federaciones con sus técnicos a los atletas más destacados.
En su exposición, como es lógico, hizo que los ministros de Educación y de Deportes, Antonio Peña Mirabal y Danilo Díaz, respectivamente, además del senador Charlie Mariotti, sean soportes de sus ofrecimientos.
Ojalá que sea así, y que en los Juegos Nacionales Escolares cada entidad asuma el rol que le corresponde, porque no se hace nada con invertir ese dinero para no tener resultados palpables, y que al final todo solo represente una forma olímpica de botar millones que salen de las mismas entrañas de todos los contribuyentes.