Cartas a Dios

Cartas a Dios

Cartas a Dios

Lady Reyes, directora de Encuentros Interactivos.

Crecí en tiempos en que la Semana Santa era un verdadero espacio de recogimiento, los que viajaban lo hacían para vivir la Pascua con sus seres queridos.

Como capitalina, aunque mi padre era de San Juan de la Maguana, no era -ni soy- propensa a salir fuera de la ciudad… esperaba estos días para ver las películas que los canales de televisión desempolvaban.

Hoy por hoy, ya no tienes que esperar para ver todo tipo de películas, las encuentras en diferentes plataformas para consumir el día y la hora que quieras, pero en mi caso, hay hábitos que no quiero cambiar y dedico estos días para disfrutar de mi hogar, control en mano.

Este fin de semana me estrellé con la película ‘Cartas a Dios’, conmovedora obra que invita a reflexionar sobre la fe, esperanza y poder de las personas en tiempos de adversidad.

Esta producción, dirigida por David Nixon y Patrick Doughtie, estrenada en el 2010 -aunque recién la encontré-, nos sumerge en una historia inspirada en hechos reales que deja una profunda impresión en el corazón.

No les contaré la trama, cero ‘spoiler’. Si les puedo adelantar que una de las mayores fortalezas de ‘Cartas a Dios’ radica en su capacidad para transmitir un mensaje universal que trasciende las barreras religiosas.

Si bien aborda temas de espiritualidad y religión, lo hace desde una perspectiva humana y compasiva, centrándose en los valores fundamentales que nos unen como seres humanos: amor, compasión y empatía.

Esta película nos recuerda la importancia de la esperanza en medio de las tribulaciones. A través de sus personajes, vemos cómo la fe puede servir como faro de luz en los momentos más oscuros, brindando consuelo y fortaleza para enfrentar los desafíos que la vida nos presenta.

Otro aspecto destacable es su enfoque en el poder transformador de la comunidad. Es un recordatorio poderoso de que, cuando nos unimos, podemos superar cualquier obstáculo.

‘Cartas a Dios’ invita a reflexionar sobre lo que realmente importa en la vida: amor, compasión y esperanza. A través de la historia que cuenta, nos recuerda que, incluso en los momentos más difíciles, siempre hay luz al final del túnel si mantenemos viva la llama de la fe en nuestros corazones y nos apoyamos mutuamente en comunidad.