¿Nevará en Haití?

¿Nevará en Haití?

¿Nevará en Haití?

Los organismos internacionales y países desarrollados sobre cuyos hombres recae gran parte de la responsabilidad del atolladero en que se revuelca Haití desde hace años parece que han decidido esperar que algún fenómeno natural o un accidente histórico construya lo que ellos ayudaron a destruir.

Muchos podrán afirmar que los primeros responsables de la construcción de su destino son los haitianos, pero estarían obviando que desde su nacimiento como nación Haití ha sido exprimido en una componenda entre las potencias europeas y americanas.

Los mismos países que obligaron a Haití pagar por su independencia fueron los que luego intervinieron su aparato productivo, luego impusieron dictadores para garantizar sus intereses y fracasaron en una misión encabezada por la ONU para instaurar la paz y encaminar a esa nación por los senderos de la democracia y la estabilidad social y política.

Fue la ineficaz intevención de la ONU y su posterior salida poco estratégica las principales responsables de que bandas criminales hoy se hagan del control del territorio haitiano y que literalmente los que representan al gobierno de ese país carecen de capacidad para contener la violencia, la hambruna y el descontrol generalizado.

Sin embargo son esos mismos organismos multilaterales más países miembros de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá los que intentan escurrir su responsabilidad frente al desastre haitiano y forzar para que sean otros los que carguen con las consecuencias de la disolución institucional de Haití.

Es como si esperaran que algún fenómeno natural inusitado cambie la fisonomía social, política y económica de Haití para que esa nación encuentre solución a sus grandes problemas. Quizás esperan que empiece a nevar y que el frío aplaque la fiereza de las pandillas o que al derretirse la nieve haga productiva su agreste territorio para así acabar con el hambre.

Pero la realidad es que Haití seguirá siendo Haití y no puede salir del abismo en que se encuentra sin la participación decidida y tangible de la Comunidad Internacional, encabezada por las potencias que contribuyeron a destruir los cimientos institucionales y económicos de ese país.



Noticias Relacionadas