Métodos de muestreo en las encuestas

Métodos de muestreo en las encuestas

Métodos de muestreo  en las encuestas

En el ámbito de las encuestas por muestreo, uno de los aspectos a decidir en el proceso del diseño de la investigación es el método de muestreo a implementar, que es el tema de esta entrega.

La ciencia Estadística establece dos procedimientos de selección de una muestra, que son: 1) probabilístico; y 2) no probabilístico.

La muestra probabilística o aleatoria es aquella en las que sus elementos son seleccionados al azar y cada elemento de la población tiene probabilidad conocida de selección mayor a cero.

En cambio, en la no probabilística no interviene el azar, los elementos de la muestra son seleccionados atendiendo criterios subjetivos.

La elección entre un muestreo probabilístico y uno no probabilístico depende de varios factores, a saber: 1) la existencia o no de un marco de muestreo actualizado que, si no existiere o no se puede actualizar o construir, entonces no se puede hablar de muestreo probabilístico; 2) cuando el muestreo probabilístico resulte muy costoso, y 3) la población objetivo que, en algunos casos, la muestra posible es de voluntarios.

Aspecto metodológico
En el muestreo probabilístico los métodos más usados son: simple, sistemático, estratificado y conglomerado. La preferencia por uno o más de estos métodos depende de lo siguiente: 1) la homogeneidad o heterogeneidad de la población objeto de estudio, cuando la población es relativamente homogénea el método aleatorio simple es muy conveniente, en el caso de que la población sea heterogénea es preferible formar grupos homogéneos e implementar el muestreo aleatorio estratificado; 2) si el presupuesto es limitado y, aun con esa realidad, se quiere una muestra probabilística, es preferible el muestreo de conglomerados, que es más económico que el simple, aunque la estimación resultante tiende a tener una varianza mayor que el simple, lo que en muestreo se denomina efecto de diseño.

En cualquier caso, los métodos de muestreo probabilístico son los únicos que garantizan estimaciones objetivas de los valores verdaderos de la población, con la ventaja adicional de que eliminan el sesgo de selección y, dado que se conocen las probabilidades de inclusión de cada elemento de la población en la muestra, se puede tener una estimación de los errores estándares asociados.

En el caso del muestreo no probabilístico, los más usados son: por cuotas, bola de nieve o de cadena, convencional o accidental, intencional o de juicio.

Estos métodos constituyen una alternativa viable en los siguientes casos: 1) cuando no se dispone de un marco de muestreo; y 2) cuando se tiene la certeza de que los datos que se recolectarán con una muestra no probabilística serán suficientemente útiles a los propósitos de la investigación.

Dionicio Hernández Leonardo

Dudas ante los resultados
Todo investigador que haga uso del muestreo estadístico para una determinada investigación debe abrazar la cultura de las buenas prácticas en la materia. Casi todas las encuestas, en especial las preelectorales que, como es natural, despiertan dudas sobre la validez de las estimaciones publicadas.

Es justo en este punto donde se recomienda iniciar la lectura de la encuesta por la ficha técnica, y no partir de la falsa premisa de que con la reputación del investigador o la firma encuestadora es suficiente.

La incertidumbre sobre la validez o no de los hallazgos de una encuesta, en gran medida, se despeja cuando el investigador ofrece suficiente información sobre los aspectos técnicos-metodológicos de la investigación, fundamentalmente sobre el método de muestreo implementado.

Expectativas en la política
Las encuestas se han ido aceptando en la sociedad. De hecho, los partidos políticos las usan como alternativas a las elecciones primarias. Esto plantea una revalorización de las encuestas, iniciando por el uso de profesionales competentes en la materia, y no banalizarlas, creyendo que cualquiera puede diseñar y dirigir una encuesta.

Es preocupante lo que pasa con muchas encuestas, en especial las que se socializan en los medios de comunicación que, en sus fichas técnicas, evidencian faltas metodológicas graves, entre ellas: 1) omitir el método de muestreo implementado, y 2) informar que se usó un determinado método de muestreo probabilístico, cuando en realidad no lo fue, lo que constituye un engaño y una fea acción antiética.

Es por esta razón que, desde este espacio, abogamos por la creación de una cultura de buenas prácticas en materia de encuestas, avancemos.

*Por Dionicio Hernández Leonardo