Los abajo firmantes, ante los inevitables resultados del próximo certamen electoral nos dirigimos al pueblo dominicano:

Somos conscientes de que el estado actual de las simpatías hacia nuestros partidos políticos es producto de nuestros errores y excesos mientras se nos confió el destino de la nación.

Mediante esta carta abierta, queremos reconocer que fuimos extremadamente permisivos y que por debilidades inherentes al ser humano no observamos la prudencia necesaria en el manejo de la cosa pública.

El haber permitido que personajes de dudosa reputación fueran nuestros cortesanos, que por afectos familiares se organizaran clanes que dilapidaron recursos en beneficio propio y que por clientelismo, las nóminas de las instituciones estatales fueran aumentadas desmesuradamente, es inexcusable.

Aquellas debilidades de ayer, hoy nos castigarán en las urnas.

Sin embargo, queremos expresarles que hemos aprendido de los errores, y si bien es cierto que hasta el momento de elaborar esta misiva no lo habíamos dado a conocer, tan pronto concluya este proceso electoral iniciaremos un proceso interno de renovación de nuestros partidos, el cual será impulsado por cada uno de nosotros, con énfasis especial en el manejo transparente y ético de la administración pública.

Lo hecho, hecho está, pero en modo alguno vamos a finalizar nuestra vida política sin que quede registrado nuestro arrepentimiento y vocación de que en lo adelante el ejercicio político sea una actividad de prestigio, sagrada para los que participan y admirada por los votantes.

Firmado

DM

LF

MV