Los desaparecidos forzosos: muerte incógnita (8 de 10)

Los desaparecidos forzosos: muerte incógnita (8 de 10)

Los desaparecidos forzosos:  muerte incógnita (8 de 10)

Wilfredo Mora

8.- La Comisión de la Verdad. Las primeras Comisiones de la Verdad no usaron ese nombre, sino Comisión Nacional de Investigación sobre Desapariciones.

La Comisión de Verdad la ordena el Estado. En Argentina fue creada por el presidente Raúl Alfonsín el 15 de diciembre de 1983 para investigar las violaciones de los derechos humanos bajo la dictadura militar.

Una Comisión de la Verdad tuvo lugar en Uganda, en 1974, para investigar sobre las desapariciones de personas. Son órganos ordenados por los gobiernos para la «búsqueda oficial de la verdad», aunque el «derecho a la verdad» nunca haya sido una política pública.

Pero, ¿qué es una Comisión de la Verdad? Las Comisiones de la Verdad son organismos de investigación creados con la finalidad de determinar las violaciones a los derechos humanos producidas durante situaciones de violencia interna. Surgen para ayudar a las sociedades afectadas, a enfrentarse con su pasado, y superar las profundas crisis y traumas ocasionados por la violencia vivida, y evitar que tales hechos se repitan en el futuro.

Las investigaciones realizadas por las Comisiones de la Verdad permiten reivindicar la memoria de las víctimas, proponer una política de reparación de los daños, e impedir la impunidad en beneficio de quienes se hubiesen visto implicados en violaciones de los derechos humanos, evitando que sigan ocupando cargos públicos, que configuran situaciones contrarias al Estado social y democrático.

Por lo general, las Comisiones de la Verdad nacen producto de la inefectividad del Poder Judicial para juzgar y sancionar las violaciones a los derechos humanos. Es conocido, que, en los gobiernos autoritarios, el Poder Judicial se encuentra sometido al Poder Ejecutivo.

Es por eso que, en algunos casos, las Comisiones de la Verdad surgen de un mandato legal, por medio del cual, los gobiernos, presionados por los grupos defensores de los derechos humanos, y tras una serie de negociaciones y acuerdos políticos, encargan la investigación de tales violaciones a un grupo de expertos. Así ocurrió por ejemplo en Argentina, Chile y El Salvador.

En otros casos, las Comisiones de la Verdad tienen su origen en el trabajo solidario de las organizaciones de derechos humanos, las cuales desarrollan un esfuerzo casi clandestino para investigar los graves hechos de violencia.

En Brasil, por el trabajo realizado por la Arquidiócesis de Sao Paulo, se pudo elaborar el informe: “Brasil nunca más”; en Paraguay, por el Comité de Iglesias para Ayudas de Emergencias, el cual publicó una serie de investigaciones sobre la dictadura de Stroessner, bajo el título de “Paraguay nunca más”; en Uruguay, la labor promovida por los Servicios de Paz y Justicia, contribuyó a la elaboración del informe: “Uruguay nunca más”; y en Colombia, se publicó el informe: “El terrorismo de Estado en Colombia”.

¿Cuál es la experiencia dominicana? Estoy inerme ante esta cuestión. Porque, lamentablemente, la Comisión de la Verdad de nuestra nación no ha sido creada con la finalidad de esclarecer las violaciones a los derechos humanos, sino todo lo contrario, para encubrirlas, procurándose darle un respaldo a la “verdad” oficial.

Tal fue el caso de la Comisión de la Verdad para el esclarecimiento del caso de Narcisazo, aunque afortunadamente el caso sigue abierto: el Estado dominicano no ha declarado su muerte.