Santo Domingo.-A pesar de estudios que establecen que la República Dominicana es uno de los países con alta tasa en violencia de género, las campañas en contra de este mal que afecta la sociedad han surtido su efecto.

Pues anteriormente se presentó un estudio donde el país ocupaba el puesto número 24 en una lista de 25 que incluía a países pertenecientes a Europa, América Central, África, Estados Unidos, entre otros.

Ante esto, la procuradora general de la Mujer, Roxanna Reyes, explicó que muchos estudios están errados en cuestión a la violencia de género en República Dominicana, ya que el país tiene una de las tasas más bajas de América Latina y especificó que los países con tasas más altas son Honduras, Guatemala y El Salvador.

Indicó que este año los femenicidios han disminuido un 30% y consideró que “mientras no se cambie la cultura patriarcal, machista, androcéntrica, no se podrá avanzar, ya que no habrá ningún policía o juez que nos defienda”.

Roxanna Reyes subrayó que el 80% de las mujeres que pierden la vida en manos de su agresor no son denunciados debido a que las mujeres no se reconocen como víctima, minimizan el problema, justifican al agresor, se culpan de la violencia que viven, no creen que el agresor es capaz de matarlas; Además de no poseer un red de apoyo fuerte en su familia o en sus círculos cercanos que le acompañen solidariamente a salir de la situación en la que viven.

Dice que agregado a esto se necesita de una ampliación del sistema a través de la ampliación de la cobertura de los servicios, la creación de más unidades de persecución  y prevención de violencia de género en todo el territorio a nivel provincial y municipal.

Así como entrenar al personal del sistema de justicia, los planes de formación multinivel a través de la escuela del Ministerio Público, la logística y hasta el cuidado del personal que presta el servicio. Para todo ello el Gobierno debe valerse de un presupuesto con perspectiva de género.

En tanto que, en el caso en una mujer coloque una denuncia contra un agresor y luego la retire, de todos modos  la denuncia continua un proceso debido que al establecerla en una entidad de orden público, la acusación es procesada y se evalúan pruebas documentales, periciales, certificados médicos y se demuestra ante un juez que el agresor necesita una condena o sancionada.

Asimismo, la magistrada señaló que la condena máxima para estos casos es de 30 pero, cuando el nuevo Código Penal entre en vigencia la pena para el femenicidio aumentará a 40 años de reclusión.

En tanto, Reyes expresó que «la única manera de romper con la cultura machista es con la educación, enseñando a los niños desde pequeños sean educados sobre la base del respeto, y los valores ,  que no vean a las niñas como objeto, sino como sujeto de derecho y así podrán crecer como ciudadanos capaces de vivir en igualdad».

«Si vivimos en democracia y  hablamos de igualdad nos referimos a la igual de acceso a la educación técnico profesional, a la salud, al crédito, a la participación en la política. Esa es una sociedad de igualdad».

Asimismo, estableció que cambiar este tipo de cultura tomaría alrededor de 30 años, pero que es importante comenzar ahora.

En materia de condenas de agresores, la magistrada Reyes señaló que el volumen de denuncias es mayor a la cantidad de condenas, ya que el Poder Judicial tiene el desafío de aumentar el número de condenas y para mejorar esto es preciso implementar un sistema donde se juzgue a un agresor sin importar quien sea.

Mientras que, al hablar sobre las ordenes de alejamiento Reyes dijo que cuando una mujer se encuentra en peligro de muerte el Ministerio no emite ordenes de protección, sino una orden de arresto para el agresor y la victima sea enviada a una casa de acogida.

Roxanna Reyes explicó que actualmente existen tres casas de acogida para las mujeres maltratadas. Una de emergencia de corta permanencia y dos de larga duración, dirigidas por el Ministerio de la Mujer.

En estas casas existen equipos multidisciplinarios que acompañan a las mujeres desde su llegada al lugar, buscar abogado, ayuda psicológica entre otras.