El presidente Danilo Medina ha actuado con presteza ante las informaciones publicadas por los medios de comunicación sobre posibles actuaciones incorrectas por parte de funcionarios públicos.

En las últimas semanas ha dispuesto la intervención y posterior suspensión de sus respectivos incumbentes en la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (Corde) y el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), tras indicios de irregularidades en el manejo de esas dos dependencias.

En el caso de Corde y la venta de los terrenos en donde se levanta el barrio Los Tres Brazos, la Comisión designada dictaminó que se trató de una operación irregular y perjudicial para el Estado y los moradores de ese sector.

La reacción presidencial fue la cancelación del funcionario responsable de la acción y pedir en justicia la anulación de esos títulos, además de remitir al Ministerio Público el expediente para determinar si hay violaciones penales.

En el caso del CEA, el asesinato de dos personas y el aparente suicidio del matador puso de manifiesto posibles ventas irregulares de terrenos de ese emporio azucarero convertido hoy en una inmobiliaria.

La suspensión del director del CEA y la designación de una Comisión para investigar el caso es una acción en el sentido correcto.

Sin embargo, la mayor atención está centrada en el caso Odebrecht, empresa que admitió haber pagado sobornos a funcionarios para que le fueran otorgado contratos para la construcción de obras.

El Ministerio Público ha estado muy activo interrogando personas y haciendo indagatorias.
Esperamos que también haya un desenlace justo.