SANTO DOMINGO.-El sistema tributario moderno dominicano tiene en el extinto Juan Hernández a su principal artífice, que acompañado de un equipo de técnicos que en aquel momento eran jóvenes, perfilaron lo que hoy conocemos como Dirección General de Impuestos Internos y que antes era conocido como Rentas Internas.

En ese equipo se destacó una mujer de trato agradable y que se da a entender con facilidad, pero con un temple propio de un recaudador, que tras la muerte de su mentor hoy es reconocida como una de las más capacitadas expertas en materia tributaria.

Siempre con su pelo negro cortado por encima del hombro y una sonrisa de la que parece no apartarse, Germania Montás tiene claro que ya las intervenciones en la parte genérica del sistema tributario se han hecho y que las mejoras recaudatorias hay que buscarlas en lo sectorial y particular, lo cual ahora es más fácil con el uso de las nuevas tecnologías.

Cuando se habla de la informalidad, su exposición obliga a abrir nuevos horizontes porque a los actores económicos de ese espectro les hace ver que cuando un informal se relaciona con un formal, entonces el primero tiene un innecesario mayor impacto tributario por lo que le conviene también formalizarse.

Pero reconoce que hay que crear las condiciones para que lo hagan y también incorporar nuevos nichos de negocios fruto de la modernidad, como son los vendedores de productos finales por redes sociales y prestadores de servicios no presenciales.

Germania Montás, quien fue subdirectora de Impuestos Internos durante toda la gestión que encabezó Juan Hernández y que se desempeñó como directora interina cuando este fue sometido a procedimientos médicos, nos muestra varias aristas sobre la informalidad en la economía dominicana.

¿Cuál es la situación real de la informalidad? ¿ En cuánto está?
La informalidad laboral es la que publica el Banco Central y se situó para 2023 en 56.5 %. Previo a la pandemia, en 2019 fue de 55.2 %.

Usted plantea que las cifras de la informalidad están sobrevaloradas
No planteo eso exactamente, los datos de la informalidad laboral son los que publica el órgano estatal competente y tienen un impacto negativo para el desarrollo de las economías y de las capacidades de los recursos humanos.

Lo que he dicho es que se sobrevalora el impacto recaudatorio que pueda tener la formalización, por las características de una buena parte de los trabajos informales. Además de que existe un esquema de retenciones que provoca que cuando un informal quiere crecer e interactúa con formales manteniendo su “informalidad” puede terminar teniendo una mayor tasa de tributación o carga fiscal que si se formaliza. Eso le pone un tope al crecimiento de algunos tipos de negocios informales.

También he planteado que la informalidad típicamente definida no puede tratarse de igual forma que la evasión tributaria pura. Si bien ambas son prácticas ilícitas que lesionan las recaudaciones, tienen una naturaleza diferente y por ende su tratamiento debe ser distinto.

Hay personas que se manejan en la informalidad, por ejemplo, que participan del sector de venta a consumidores finales con productos comestibles, que operan en plataformas de ventas virtuales (redes o market place), que trabajan de forma independiente y cuyos clientes son personas, también negocios familiares y de subsistencia.

En estos grupos de actividades informales, el tránsito hacia la “formalización” depende de la creación de mecanismos de detección y procedimientos que viabilicen la aplicación de la ley tributaria.

También como parte de la informalidad pueden existir segmentos de negocios nuevos (relacionados con servicios digitales o ventas simples usando canales digitales para la colocación de órdenes o trabajos remotos para empresas en el exterior). Para eso se requiere revisar los ajustes que la ley necesita.

¿Dónde hay mayor potencial para mejorar las recaudaciones?
El mayor potencial de recaudación está en los que evaden porque venden bienes y servicios o realizan operaciones comerciales por fuera de sus libros contables.

Se trata de negocios registrados, con empleo formal y contabilidad organizada que realizan transacciones informales.

También hay comercios que están a la vista de todos, pero no pagan impuestos; eso no es informalidad, es evasión pura y simple que debe tratarse como tal.

¿Por qué hay tantos informarles, qué ha pasado con las estrategias del Gobierno para que estos se formalicen?
No hay una única respuesta para la informalidad, es un tema con una explicación multifactorial.

La formalidad tiene un costo relativamente alto, no sólo financiero, si no de organización y preparación para hacer negocios. Se fomenta el emprendimiento, pero no se dice lo que significa en términos de contabilidad, logística, aspectos legales, etc.

Es como si tener una idea y trabajar para implementarla fueran suficientes.
Además y principalmente, no existe consciencia de las ventajas del ahorro obligatorio para los temas de pensiones y salud, por tanto cuando se ve la contribución para empleados y empleadores, se ve solamente como una carga.

Un empleado (incluso el de salario exento de impuestos), paga 2.87 % para el sistema de capitalización individual de pensiones (AFP) y para el sistema de salud 3.04 % (ARS) y el empleador, 7.10 % para el fondo de capitalización individual del empleado (AFP), 7.09 % para el seguro de salud (ARS), 1.1 % la cobertura de riesgo laboral y 1 % de la nómina para Infotep.

Si el empleado formal paga de su salario 5.91 % y el empleador debe aportar 15.29 % más el 1 % de la nómina, encuentra un incentivo para manejar empleados informalmente. Esto sin contar los pasivos laborares que se van creando en el tiempo.

No conozco de una estrategia integral implementada para la formalización.
En lo que he visto avances es en los niveles de bancarización que generan más formalidad, o al menos negocios con mayor posibilidad de trazabilidad para las autoridades estudiar su comportamiento, con la finalidad de crear los mecanismos necesarios para formalizarlos. Son necesarios mecanismos adecuados para la inserción de los negocios en los procesos laboral y tributario.

¿Cómo se puede incentivar más a la formalidad?
Hay temas que deben abordarse con profundidad, por ejemplo el tema de la cesantía (sin afectar derechos adquiridos), tema regímenes simplificados de tributación más orientados a algunos tipos de negocio, incluyendo regímenes liberatorios basados en retenciones, fomentar el uso de sistemas de pago electrónicos para mejorar la trazabilidad de las operaciones y hasta revisión de algunas leyes de incentivo tributario.

Aspectos que deben considerarse son las diversas explicaciones de la informalidad, que también tiene que ver con factores estructurales de la forma de operar de la economía.

También ponderarse lo que son actividades ilícitas totalmente o algunas que incluso no están parcialmente no reguladas. No hay una sola forma de diseñar e implementar estrategias para reducir la informalidad, pero responder a sus causas por tanto su visión debe ser integral.

¿Cuáles son los sectores que están más avanzados en la formalización y cuáles están más rezagados?
No conozco cifras actualizadas del tema, pero hay sectores que tradicionalmente han generado mayor informalidad como hoteles, bares y restaurantes, construcción, transporte y agricultura. Yo agregaría los juegos de azar.

Encuesta a micros

65 % De los empresarios informales.
Afirmaron haber iniciado su negocio por la facilidad de tiempo que les proporciona.