Sí, fui niño alguna vez. Y, como todo niño, presa más de la inocencia que de la convicción religiosa o de las diferencias sociales, creí en la veracidad fantasmagórica, pero incontrovertible entonces, de que las tres estrellas que brillan en el firmamento de los albores de la Epifanía eran los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar […]