Fluir es bueno

Fluir es bueno

Fluir es bueno

Ana Blanco

Durante mucho tiempo presumí de ser una persona extremadamente cuadrada y organizada. Siempre lo he visto como un virtud.

Mi llegada a República Dominicana fue impactante en algunos aspectos porque aquí el ritmo es otro. Y me la pasaba estresada y queriendo organizar a todo el mundo a mi alrededor.

Pero he evolucionado, que no cambiado. Seré rígida toda mi vida, porque es algo que se aprende y que viene contigo. Pero en este maravilloso país he aprendido que nada es perfecto, ni necesario que lo sea, y que es importante saber soltar, adaptarse a los tiempos y formas del lugar en el que estés y sobre todo priorizar aquello que realmente es importante.

En el fondo, las personas que somos así es por un tema de control. Y la vida te enseña muchas veces de la forma más intensa que no puedes tener el control de todo y, al final, no es lo importante. Ser capaces de sacar lo mejor de cada situación es para mí la verdadera clave de vivir sin estrés.

Buscar soluciones, empatizar, entender que no todo el mundo es como uno quiere y eso está bien, porque al final la suma de voluntades, personalidades y acciones es lo que lleva a que las cosas salgan bien.

Si crees que solo tu forma es la correcta, vivirás todo el día tratando de convencer a los demás de eso, y gastarás tanta energía que cuando te des cuenta no habrás logrado que cambien y tampoco habrás llegado a tu meta.

Se enseña actuando, y quien quiere aprende y quien no, ni mira. Pero, al final no es tu responsabilidad lo que los demás hacen, pero sí lo que tú haces y cómo lo haces. Así que menos control y más dejar que las cosas fluyan.



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