Padre puro

Padre puro

Padre puro

Hay una frase que la utilizan mucho los españoles y es que  cuando una persona está ejerciendo una función a toda plenitud, no importa la que fuere, se le dice que  está en un “estado puro”.

He pasado estas vacaciones con mis hijos ejerciendo como “padre en un estado puro”, y  ha sido maravilloso, ¡Qué buen tiempo!

Viendo en un hermoso día soleado a Francheska y Ammi, los mellizos de 5 años burbujeantes y vibrantes tratando de llamar mi atención construyendo los castillos de arena en la orilla de la playa, esta acción me motivó a integrarme con ellos y   descubría cualidades de cada uno  de ellos que son para mí un tesoro.

Qué experiencia, para saber más de mis hijos.

Leí recientemente que las investigaciones demuestran que tan sólo 15 minutos diarios de calidad con sus hijos pueden hacer un mundo de diferencia en el desarrollo saludable de los niños.

No me arrepiento de haber dedicado mis vacaciones a mis hijos. Sé que es duro, agotador, no muy divertido para un adulto, pero vale la pena querido lector.

Cada uno de nosotros somos un protector, guardián y responsables del bienestar mental de los miembros de nuestra familia. Tomemos tiempo para hablar y escuchar a nuestros hijos.

Cada día podemos enseñar a los hijos a través del ejemplo, los valores morales y espirituales que se perpetuarán en su desarrollo como persona. Hay un texto bíblico que esta en Colosenses 3.21 que dice: “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”.

En mis vivencias en “estado puro de padre” percibí que cada palabra, expresión facial, gesto, o acción por parte mí le da al niño un cierto mensaje sobre la autoestima y de protección.



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