Cincinnati, Ohio.-Apegado al proverbio ruso que reza “Caer está permitido. Levantarse es obligatorio», el torpedero dominicano Johnny Peralta, de San Luis, ha logrado consolidar su carrera como uno de los mejores jugadores de la actualidad en las Grandes Ligas.

Peralta reconoce que en sus primeros años de  carrera pasó por momentos de  altas y bajas,  hasta que por fin encontró la firmeza con los Cardenales de San Luis.

“He tenido  muchas bajas y subidas, pero gracias a Dios las cosas me han salido muy bien en los últimos años, porque siempre he confiado en mí, y estoy positivo. Siempre trabajo fuerte y doy el todo por el todo en el terreno”, explicó Peralta al ser entrevistado por EL DÍA durante su participación en el Juego de las Estrellas, donde fue el único dominicano en ser abridor en la alineación de la Liga Nacional, algo que aseguró lo llenó de orgullo y se lo agradeció a los fanáticos de San Luis por su gran apoyo.

Peralta se ganó esa apertura, al promediar para 298 (336-100), con 13 jonrones, 46 empujadas en 87 juegos.

Entre los torpederos de la Liga Nacional, Peralta está primero en porcentaje de embasarse (.355), segundo en promedio (.298) y segundo en OPS (.828).

Caída

Peralta recordó que pensó que en 2009 su carrera estaba cayendo en un limbo, cuando Los Indios lo sacaron de las paradas cortas que es su posición original. En 2010 tuvo que jugar en la antesala hasta que fue cambiado a Detroit que lo regresó a las paradas cortas.

Con Detroit logró recuperarse, logrando en 2011 ser convocado por primera vez al Juego de las Estrellas.

En el año 2012 fue una de las piezas claves para que Detroit llegara hasta la Serie Mundial, dónde perdieron de los Gigantes de San Francisco.

En 2013, cuando la carrera de Peralta seguía creciendo, incluso asistió a su segundo Juego de las Estrellas, al final se cayó al recibir una suspensión de 50 juegos por su vinculación a la clínica Biogénesis, de Miami.

Voto de confianza

En 2014, ante el asombro de todos, luego de la suspensión, Peralta recibió un voto de confianza de los Cardenales que lo firmaron por US$53 millones y cuatro años.

“Desde que llegué a San Luis me sentí muy orgulloso, porque fue un orgullo grande que el gerente general de San Luis, John Mozeliak, creyera en mí, y gracias a Dios no lo he defraudado”, dijo Peralta, quien en sus dos campañas con los Cardenales batea para .276 (1,000-247), con 58 dobles,  34 jonrones y 121 empujadas, registros excelentes para un torpedero.

Fortaleza

Peralta dijo que la clave para mantenerse en las Mayores está en el trabajo que realiza fuera de la temporada con un entrenador en Santiago, lo que ha presentado una gran ayuda. “Esa preparación me mantiene en un buen peso. Sé que no tengo la agilidad de otros torpederos, pero hago el  trabajo como debo. Soy diferente, pero todo me ha salido mejor que a muchos”, expresó Peralta.

El dominicano dijo estar muy alegre con la temporada que está desarrollando, siendo clave para que su equipo tenga la mejor marca de Grandes Ligas con 56-33 en la primera posición de la división central de la Nacional con dos juegos y medio sobre los Piratas de Pittsburgh.