Desorden demográfico

Desorden demográfico

Desorden demográfico

Hay muchos factores que inciden en el crecimiento y la multiplicación descontrolada de la población de un país.

El fenómeno, que perfectamente se puede denominar “desorden demográfico”, se torna más alarmante cuando crece la población y no se percibe una política de crecimiento económico, de más oportunidades de empleo, de facilidades para que la juventud pueda concluir estudios de educación media y continuar estudios universitarios.

No basta con un “Plan Nacional de Prevención del Embarazo en la Adolescencia”, como plantean los ministerios de Economía, Planificación y Desarrollo y de la Mujer, para tratar una de las vías que inciden en el caos demográfico que vivimos.

No basta, si esta acción no forma parte de un plan sombrilla, que abarque otras áreas de la vida nacional, que incluya una campaña de concienciación y de disuasión, que tome en cuenta a las parejas ocasionales, también responsables.

No deja de ser preocupante -porque eso significa el reconocimiento de un fracaso- que el Gobierno anuncie un refuerzo en la coordinación y articulación de políticas públicas destinadas a revertir las preocupantes estadísticas de embarazos tempranos, donde la inmensa mayoría de las mujeres quedan atrapadas entre los 13 y 19 años.

La reincidencia y el segundo y tercer embarazos  también forman parte del problema a atender. Un segundo y tercer embarazos que llegan por las mismas razones de desprotección, niveles de pobreza, falta de oportunidades, garantías educativas y otras presiones sociales que marcan a la mujer y la juventud dominicana.



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