Debates electorales son una necesidad en democracia

Debates electorales son una necesidad en democracia

Debates electorales son una necesidad en democracia

Carlos Salcedo

La democracia sirve para que las mayorías elijan las autoridades que los representarán en la cosa pública. Es un sistema de principios, valores e ideales reflejados en la Constitución y la mayor capacidad de goce y ejercicio de las libertades, respetando el derecho de los demás.

Pero, hay que potenciar la participación ciudadana en la elección de las autoridades, lo que implica un mayor conocimiento de los aspirantes, sus ideologías, posiciones y propuestas.

Los debates electorales nacieron en TV, en EE. UU., en 1960: Nixon competía por la Presidencia con el candidato demócrata, senador John Kennedy. Para quienes escucharon los debates por radio Nixon había vencido; pero los que lo vieron por TV notaron la gran diferencia entre elegancia, fotogenia, seguridad y dominio de Kennedy. Nixon fue desastrozo: Sin salud, sudoroso, siempre con su pañuelo en la cara y negó maquillarse.

Reagan se reeligió en 1984 con 73 años, siendo el presidente más longevo en la historia norteamericana, su punto débil. Ahora bien, en el debate contra Mondale, aprovechó e hizo de este punto vulnerable una ganancia. Cuando le preguntaron sobre la edad, dijo: “No voy a convertir mi edad en un tema de esta campaña. No voy a explotar la juventud y la inexperiencia de mi opositor”. Reagan ganó arrolladoramente.

Quiere decir que donde hay cultura de debates, como en Francia, Argentina, Chile y Brasil, estos son un espectáculo, pero una oportunidad para que los candidatos, con su presentación y propuestas, puedan mover el péndulo a su favor. Igualmente, un espacio donde los errores pueden ser fatales.

Esta semana, por iniciativa del Codessd, se iniciaron debates entre candidatos congresuales. Gran aporte para que la población conozca su ética, valores y propuestas y pueda eligir conscientemente.

Aquí no tenemos una cultura de debates. Sin embargo, viendo a los candidatos podemos captar sus metas, prudencia y firmeza de propósitos, para tener más informaciones personales y valorar su coherencia y principios. Quien no quiera debatir desprecia la necesaria contradicción de diversas posiciones políticas y la recepción del mayor nivel de información posible de los candidatos.

Los debates permiten a los electores preferir los mejores candidatos y contribuyen con una cultura cercana a la democracia participativa, con un voto más informado y razonado, para la toma de las mejores decisiones congresuales y presidenciales. Ya mayo está cerca.