Una nueva filosofía fiscal

Una nueva filosofía fiscal

Una nueva filosofía fiscal

El Gobierno está urgido de incrementar sus ingresos para financiar el Presupuesto de 2017, por lo que difícilmente pueda esperar el largo proceso de una reforma fiscal consensuada.

Todos los sectores económicos están contestes de que se hace necesaria una reforma fiscal integral que incluya aumentar los ingresos tributarios y mejorar la calidad del gasto público.

Por el lado del gasto hay mucho de donde cortar para ahorrar cientos de millones de pesos que no sería necesario sacar de los bolsillos de los contribuyentes y que pueden usarse como inversión social o de capital.

El jefe de la Policía Nacional ha dicho que sin rebajar un galón de combustible al servicio policial ha ahorrado 600 millones de pesos al año en este renglón. Ese es un ejemplo de lo relativo al gasto.

Pero cuando miramos del lado de los impuestos, hay que tener muy en cuenta la necesidad de un cambio de filosofía fiscal.

Cualquier reforma debe partir de eliminar las exenciones no productivas, disminuir la evasión, cargar más los impuestos a los beneficios y descargar los orientados al consumo.

Esa eventual reforma fiscal también tiene que ayudar a simplificar el pago de los impuestos. Para una persona física o un pequeño y mediano empresario es muy costoso pagar impuestos.

El Estado requiere de más recursos, de eso no hay duda, pero para legitimar sus planteamientos tiene necesariamente que mejorar la calidad del gasto y cargar a los que más pueden pagar.



Noticias Relacionadas