Qué está pasando en el Faro a Colon

Qué está pasando en el Faro a Colon

Qué está pasando en el Faro a Colon

Reconocemos, recordamos y estamos conscientes de las grandes luchas y batallas libradas en 1992 en contra de la construcción del famoso Faro a Colon, obra ligada a los 500 años del Descubrimiento y la Evangelización de América.

Y decíamos que no estábamos de acuerdo con la Evangelización que se dio aquí, pues lo que se hizo fue la transportación de las instituciones, de los símbolos, de los conceptos y de los hábitos morales de la cultura cristiana europea; no predominó el encuentro entre fe y realidad indígena, entre Evangelio y culturas autóctonas, que permitiera el surgimiento de una expresión cristiana típicamente nuestra.

      El historiador dominicano Antonio Delmonte y Tejada, en su libro  “Historia de Santo Domingo” (La Habana, 1852) había expresado la idea de erigir un monumento en honor al Almirante, en Santo Domingo. Ya en 1914 el norteamericano William Ellis Pulliam promovió en la prensa de su país la construcción de un faro monumental en la primera ciudad del Nuevo Mundo.

La idea se torna en un carácter más universal en 1923 durante la celebración en Chile de la Quinta Conferencia Internacional Americana, cuando se decreta que ese monumento debía construirse en cooperación de todos los gobiernos y pueblos de América.

Se realizó un concurso para elegir quién sería el arquitecto que diseñaría esta obra; el arquitecto J. L. Gleave ganó el concurso de entre 455 participantes de 48 países.

Durante el gobierno de  Joaquín Balaguer se da comienzo a la obra, en 1986, bajo la supervisión del arquitecto dominicano Teófilo Carbonell, y culminando la construcción del monumento en 1992, a tiempo para la celebración de los “500 años del Descubrimiento y Evangelización de América”.

Este es el único en su especie, con 251 faroles que adornan el cielo, y una luminaria que da la vuelta al mundo.



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