La misteriosa desaparición en 2011 de un BlackBerry  

La misteriosa desaparición en 2011 de un BlackBerry  

La misteriosa desaparición en 2011 de un BlackBerry  

Santo Domingo.-Aún está fresca en la memoria del  ingeniero Julio Francisco Flete (nombre ficticio) la noche del ocho de agosto de 2011, cuando junto a un grupo de amigos de ambos sexos se encontraron en el lugar preferido de ellos, el parque de la avenida Abraham Lincoln (Linconazo), donde frecuentemente  compartían tragos, contaban anécdotas e intercambiaban impresiones sobre el tema que más les gustaba: los mejores y más costosos autos deportivos que transitan por las calles de esta Capital.

Entre chistes, risas y sorbos de tragos las horas transcurrían  y la tertulia de vez en cuando era interrumpida por el rugir y chirriar de los neumáticos de uno de esos  autos deportivos que algún “jevito” arrancaba a toda velocidad.

Lo que el ingeniero Flete, nunca se imaginó fue que la alegría reflejada en su rostro al celebrar cada uno de los  chistes de sus amigos  de repente desaparecería  y pondría una cara de angustia   al comprobar que en los bolsillos de su pantalón ya no estaba su celular BlackBerry 9700 Bold, último modelo del año 2011, que con orgullo  minutos antes exhibía a sus “amigos”.

Y como dice el refrán popular, la “alegría dura poco en casa del pobre”.

 Flete  no solo  lo buscó en los bolsillos delanteros y traseros de su pantalón, sino también en los alrededores  del banco donde estaban sentados. Pero el teléfono no apareció ni en los centros espiritistas.

Tras una infructuosa búsqueda, triste, apesadumbrado              y como si le hubiesen sacado el “alma” del cuerpo, fríamente se despidió de sus amigos y se dirigió a su hogar.

Camino a su vivienda, localizada en unos de esos residenciales del entorno del Ministerio de las Fuerzas Armadas, por su mente  cruzaron decenas de interrogantes a las que no les  hallaba una respuesta sobre la misteriosa desaparición del BlackBerry que días antes había adquirido.

La noche en vela

Como era de esperarse, la noche del 8 de agosto de 2011  el ingeniero Flete no pudo conciliar el sueño como de costumbre, la ansiedad porque amaneciera no lo dejaba dormir, pues como su celular estaba dotado del localizador denominado GPS, cifraba su esperanza en que el Departamento de Investigaciones de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología de la Policía Nacional lo iba a encontrar.

Por fin amaneció, y a las 11:58 de la mañana del 9 de agosto  de 2011, el ingeniero Julio Francisco Flete (nombre ficticio), es atendido por una oficial superior que en ese momento fungía como la Encargada de la Oficina de Denuncias del Departamento de Investigaciones de Crímenes y Delitos Contra la Propiedad, y quien tras recibir todos los datos del agraviado, como su nombre, apellidos, lugar de residencia, marca, modelo, número del celular e IMEI, le entregó una copia como constancia de la misma.

Viacrucis

Además de la constancia de la denuncia, en la  Unidad de Delitos de Alta Tecnología al ingeniero  también le facilitaron un número de teléfono  para que  hiciera contacto con el oficial a cargo de la pesquisa.

Infructuosamente, durante varias semanas  Flete estuvo llamando  para saber cómo iba la investigación. Pero  como respuesta recibía una excusa piadosa. “El oficial no está”. Está en una reunión”. “Salió al interior del país”. “Está de licencia médica”, entre otras evasivas.

Pero  un amigo de Flete enterado de la situación de impotencia en que estaba le solicitó una copia de la denuncia. Y en la Policía,  ayudado por un oficial superior fueron hasta dicha unidad.

¡Sorpresa!, al amigo del ingeniero Flete, un oficial subalterno le dijo: “señor, hemos estado trabajando, el celular lo localizamos en manos de una mujer rubia y cuando requerimos su presencia al Palacio de la Policía Nacional se presentó con una factura, su abogado y el celular que lo usaba con dos  “chips” y procedidos a anularle uno para ver qué pasaba.

Y no pasó nada, porque Flete nunca recuperó su teléfono, como tampoco la Unidad de Delitos de Alta Tecnología  le dio un informe sobre el resultado de las investigaciones.



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