El Tribunal Constitucional ha devenido en uno de los aciertos de los constituyentes, y sus frutos, al cabo de sus primeros siete años, han sido por mucho beneficiosos para el desarrollo institucional de la República Dominicana.

Esta alta corte ha dictado sentencias valiosas, y con un sólido sustento, que han venido a fortalecer el andamiaje jurídico nacional.

En su momento fue objeto de fuertes ataques por su decisión de abordar temas tan controvertidos como el relativo a los principios para obtener la nacionalidad dominicana.

El Tribunal Constitucional ha tomado decisiones importantes en materia de protección medioambiental, respeto al debido proceso, protección a los afiliados a la Seguridad Social, deberes de la Administración Pública y la protección de derechos fundamentales.

Con relación a este tribunal también hay otras materias pendientes, como las que tienen que ver con la posibilidad de que mal conducido se convierta en una especie de “supra poder”, por eso el valor de su decisión de reconocer su incapacidad de declarar inconstitucional aspectos de la propia Constitución.

El balance del Tribunal Constitucional ha sido positivo, aunque perfectible.

El momento es oportuno para reconocer la calidad de su trabajo, ya que el primer grupo de sus miembros ha cumplido el tiempo para el que fueron elegidos.