Todo lleva a pensar que el deporte dominicano está en un periodo de España Boba.

Aunque se han efectuado muchos torneos de disciplinas no tradicionales, eso hay que admitirlo, y se podría argumentar que se está “diversificando”, la realidad es que los deportes tradicionales están durmiendo el sueño del “pájaro bobo”.

Y lamentablemente de esa situación solo se quiere responsabilizar al Ministerio de Deportes, pero la realidad es que instituciones como el Comité Olímpico, con todos sus organismos subalternos, léase federaciones y asociaciones, han mantenido una posición bastante conservadora, por no decir que prácticamente nula.

Muchos se quejan de que el presidente de la República Danilo Medina mostró escaso interés en los deportes, al obviarlos en su presentación ante el Congreso Nacional el pasado 27 de febrero, pero todo indica que los resultados que se le presentaron no fueron tan positivos como para tomarlos en cuenta.

Reitero, se han efectuado en estos últimos meses decenas de actividades, pero muy pocas tienen la debida repercusión en la mayoría de la población.

El Ministerio y el Comité Olímpico deben sentarse a elaborar un plan conjunto, dado que con chismes de uno y otro litoral la situación se mantendrá inalterable.

Es hora de que el diálogo se imponga, para bien del deporte nacional, porque no se puede mantener un estado de zozobra permanente.