Atando cabos (1 de 3)

Atando cabos (1 de 3)

Atando cabos (1 de 3)

Dilenia Cruz

Cada vez es más frecuente ver como las parejas son más efímeras que lo que solían ser hace unas décadas; involucrarse en una relación y terminarla abruptamente y pasar a la siguiente, a pesar de querer quedarse en una relación duradera.

Es una especie de karma que puede ser curado si los involucrados se hacen conscientes de las causas y como sanarlas.

La licenciada en psicología de los sistemas de familia y constelaciones familiares Xiomara Lora, del centro LOXIM CIH, dice: “Cada una de las personas que integran esa pareja puede hacer conciencia de cuál puede ser su parte.

Cada uno aporta un 50 por ciento en cosas positivas y negativas, por lo que recomendamos que cada uno de ellos haga consciencia en ‘cuál fue mi parte en positivo y cual fue mi parte en negativo’.

Cuando hacemos ese reconocimiento de lo que me corresponde a mí, y vemos la situación, simplemente, estamos sacando afuera esa situación y nos demos cuenta como le hace sentir eso que aportó de manera positiva o de manera negativa.

Cuando logra ver lo que es oscuro o negativo en si o lo que dio en esa relación, fácilmente puede reconocer todo lo bueno que otro le dio.

En ese momento, cuando hemos tomado la decisión de no seguir más allá porque no se pudo establecer una relación nutrida, entonces cada uno debe ir completando los momentos que dejó abiertos”.

Al momento de revisar minuciosamente los diferentes aspectos de esa relación, la persona que esta tratando de cerrar armoniosamente ese ciclo de su vida puede descubrir los aspectos negativos que aportó.

Por ejemplo puede ser intolerancia, inseguridad, falta de autoconocimiento u otros sentimientos.

Es el momento de empezar a completar esos aspectos de manera positiva.



Etiquetas