Santo Domingo.-Un día como ayer cayó en combate en las lomas de Nizaito, San José de Ocoa, tras enfrentarse a tropas regulares del Ejercito Nacional, el excoronel y expresidente dominicano Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Francisco Caamaño murió fusilado hace 39 años, el 16 de febrero de 1973, luego de ser capturado con una herida de bala en una pierna, tras su desembarco junto a nueve guerrilleros por playa Caracoles, Azua, el día 3 de ese mismo mes.
Dejó una cicatriz
Su viuda María Paula Acevedo (Chichita) asegura que su muerte dejó una cicatriz que nunca cerrará, sin embargo, dijo que se siente orgullosa porque él tenía tan buenos deseos para su país e intentó hacer cambios profundos a favor del sistema carcelario, educativo y de salud.
Yo me siento bien porque Francis dio su vida por el país y estoy segura que en un día no muy lejano este país va a ser como él y todos los caídos de este país soñaron, porque aquí se ha derramado mucha sangre, para tener la libertad que hoy existe, dijo Acevedo.
Manifestó que el 16 de febrero debía ser declarado de luto nacional, con la bandera a media asta para que el pueblo dominicano no olvide.
Restauró la soberanía
El coronel Caamaño es el héroe que restauró la soberanía de la República y es considerado como una de las figuras más importantes del país, llevando los ideales de los padres de la Patria, Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Gregorio Luperón y otros patriotas dominicanos.
Caamaño recibió entrenamiento militar en Estados Unidos y Panamá.
En el año 1964 se unió al grupo conspirador que dirigió el coronel Rafael Fernández Domínguez para derrocar el régimen de facto de Donald Reid Cabral y retornar al orden constitucional desaparecido en el año 1963 con el derrocamiento del presidente Juan Bosch.