Una tarea pendiente

Una tarea pendiente

Una tarea pendiente

Uno de los misterios policial, judicial, y hasta de las relaciones exteriores, que intrigaba a la gente común, era que, habiendo sido ubicado y arrestado en los Estados Unidos de América el sospechoso principal en el secuestro de un abogado en el campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, imputado por su muerte y desaparición del cadáver, no fuera repatriado a pesar de que por el caso había sido iniciado un proceso judicial.

El aire de misterio persiste entre los que comentan el hecho, pero ya Argenis Contreras ha sido devuelto al país, de donde huyó rumbo a Estados Unidos el 12 de octubre de 2017, un día después de que fuera raptado, muerto y desaparecido el cadáver del abogado Yuniol Ramírez.

La repatriación de Contreras, entonces parte del personal administrativo de la Oficina Metropolitana de Servicio de Autobuses, no esclarece el misterio ni sepulta la leyenda puesta a caminar con su apresamiento y conservación en Estados Unidos, hechos en los que el sentido común veía una trama para sustraerlo del proceso iniciado en el país, pero pone en manos de la justicia la pieza clave para el esclarecimiento de aquel crimen horrendo.

Los ámbitos policial y judicial dominicanos tienen otro misterio pendiente que ojalá sea esclarecido con tanta efectividad, como el que han tenido las diligencias para traer de regreso a Contreras, es el que rodea la supuesta muerte de Pedro Alejandro Castillo Paniagua, apodado Quirinito, quien se habría hecho el muerto, en 2017 también, para evadirse de la cárcel. Desde entonces han resultado infructuosos todos los esfuerzos para mostrar el cadáver, el esqueleto o al sujeto en persona.

Es otra tarea pendiente heredada por la procuradora Miriam Germán Brito y sus colaboradores.