Una fórmula bastante efectiva

Una fórmula bastante efectiva

Una fórmula bastante efectiva

Hugo López Morrobel

La obtención de sedes para la realización de eventos internacionales o de carácter local ha servido de pie de amigo para “obligar” a los gobiernos a construir o remodelar instalaciones deportivas que, “sin ton ni son”, quedan abandonadas a su suerte.

Esa ha sido una lucha que se ha librado sin pausas desde los primeros años de instaurada la democracia en el país, donde el público aprovechaba la presencia de las principales autoridades para pedir a viva voz, ser sede de eventos que conlleven construcciones de diversos tipos en sus respectivas demarcaciones.

Esa fue la fórmula que se empleó para la obtención de todas las sedes de los Juegos Nacionales, realizados en San Francisco de Macorís, Barahona, San Cristóbal, Espaillat, Valverde, San Pedro, Monte Plata, San Juan de la Maguana y La Romana, entre otras provincias.

Lo imperdonable es que se tenga la necesidad de recurrir al pedido de sede para mantener en buen estado físico obras en las que ha invertido “un ojo y la mitad del otro” para al poco tiempo estar en desuso o deteriorada.

Como ejemplos más llamativos, una pista de atletismo en San Cristóbal, donde nunca se corrió y la piscina de Barahona, hoy abandonadas por completo.

Montar los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2026 es bueno, pero se debe pensar de que es obligatorio mantener las instalaciones en buenas condiciones.

RADARES.- En el seno del Comité Olímpico no ha caído bien el apoyo de ese organismo a la sede de los juegos 2026 sin informarlo ante al Comité Ejecutivo. Parece que Luisín Mejía le sacó el cuerpo. Por eso y no por otra cosa, Luis Chanlatte, segundo vicepresidente, presentó licencia indefinida, supuestamente para “atender compromisos personales”.