¡Time out!

¡Time out!

¡Time out!

En el béisbol de grandes ligas, cuando el árbitro detiene el juego, grita: “¡Time out!” Yo hago mi propio “time out” en el ritmo de mis artículos para presentarles hoy sólo breves párrafos.

El célebre columnista Andrés Oppenheimer se pregunta porqué  se preocupan tanto los latinos por la paz en el Medio Oriente, y los americanos con los terroristas en el binomio  Afganistán/Pakistán, cuando entre México y la Cuenca del Caribe diariamente mueren más personas a causa de las guerras de las carteles de drogas que en el combate del terrorismo.

Yo me pregunto lo mismo: ¿no será nuestro patio más urgente, o tendrá el mundo que incluir el tráfico de drogas como una actividad terrorista?

Fareed Zakaria, connotado analista político, nos evidencia como la crisis de la deuda pública italiana, real detonante de la Euro-crisis, será difícil de superar sin la concurrencia de las reservas monetarias de naciones como China, Japón y Brasil.

Está claro que el nuevo orden internacional conllevara una disminución del rol norteamericano y europeo, en contrabalance de un mayor rol para estas naciones de abundantes reservas.

Peter Prazmowski, prestigioso economista nacional, en su conferencia reciente en  la Cámara Americana de Comercio nos recuerda que es insostenible el crecimiento de la deuda pública como sostén del gasto gubernamental, a falta de un sistema impositivo más eficiente. O sea, deuda no sustituye indefinidamente los impuestos ni la necesidad de una mejor recaudación de los mismos. Algo con lo que hace décadas estamos de acuerdo.

Violencia de género desenfrenada. Locuras paternales; violencia por el control de puntos de drogas; carteles del narcotráfico disputan la muerte en el país; crimen en Piantini o Guachupita, asesinatos entre militares, contra policías, consentido por autoridades, impunes por la justicia, corrompidas por el dinero fácil.

Todo ello ha provocado que luego de muchos años la preocupación por mis hijos, familia, amistades y bienes dominan mis sueños.

Arranca de verdad la campaña política por la Presidencia del país. Tiempos de saturación publicitaria, interminables discusiones entre amigos, afloran rencores y se hace más evidente las ansias de unos por hacer lo mismo que los otros.

Nadie quiere cambios y todos quieren tu compromiso. Faltan 8 meses y estamos hastiados.

Se acabó el receso. No mas “time out”. Continuaré la semana entrante con el ritmo normal de los artículos a que están acostumbrados. Un observatorio dominicano de lo que acontece dentro y fuera del país.



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