“Sospecha colectiva”, nuevas voces

“Sospecha colectiva”, nuevas voces

“Sospecha colectiva”, nuevas voces

Emilia Pereyra

Con el sugestivo título de “Sospecha colectiva”, el Taller Narradores de Santo Domingo publicó el año pasado una antología de cuentos que recoge 29 narraciones cortas, las cuales demuestran que el interés por contar se mantiene con suma vitalidad entre las nuevas hornadas literarias.

Que la Dirección General de la Feria del Libro del Ministerio de Cultura se haya ocupado de editar este atractivo libro es un gran estimulo para estos escritores, que empiezan a hacer sus primeras publicaciones con un buen padrinazgo.

La obra compila los siguientes cuentos: ‘Necesito fumar’ (Elayne Abreu), ‘El silencio de Sixto’ (Gladys Almonte), ‘El turno’ (Valentín Amaro), ‘La invasión de los elefantes’ (Rodolfo Báez), ‘Stevenson no desdobló su ego’ (José Alberto Beltrán), ‘¿No ves llorar los peces?’ (Miguel Ángel Beltré), ‘Significa sombras’ (Fernando Berroa), ‘Ítaca en llamas’ (Ricardo Cabrera), ‘Un affair virtual’ (Carlos Díaz), ‘Sandy cebolla’ (Inés García), ‘Cicuta con sabor a café’ (Niurca Herrera) y ‘La segunda redención’, de Eulogio Javier.

Otros títulos incluidos en el libro son ‘Breve estudio de un motorista paranoico’ (Isidro Jiménez Guillén), ‘Pasajero nervioso’ (Nicolás Jiménez Quezada), ‘Sólo ejecuta’ (Lusmerlin Lantigua), ‘Los simuladores’ (Lady Laura Liriano), ‘La botija’ (Ramón Matos), ‘La moneda’ (Aracelis Mireles), ‘Esquizofrenia’ (Adalberto Morillo Pichardo), ‘La mente, verdadero campo de batalla’ (Iván Payano Tejada), ‘Papito y Telín’ (Salvador Pérez Adón) y ‘Declaraciones’, de Vicente Arturo Pichardo.

Completan la antología las narraciones ‘Amarilla’ (Raisa Pimentel), ‘¿Puedes mirar debajo de la cama?’ (Yuni Ramírez), ‘Desdoblamiento’ (Jesús Alcedo Sánchez), ‘Asignatura pendiente’ (Moisés Santana Castro), ‘Ungry Young girls’ (Héctor Santana), ‘La libertad’ (Francis Santos) y’ Gritos ahogados’, de Deisy Toussaint.

La mayoría de los autores y autoras son jóvenes, nacidos en la década de los ochenta del recién pasado siglo XX. No obstante, al menos figura un cuentista de los cincuenta.

El libro ofrece una amplísima variedad de enfoques, técnicas y estilos. Lo más importante: transmite la pasión por contar, por atrapar al lector con seductoras historias.



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