Reverendo: "No es un drama perderse, sino permanecer perdido"

Reverendo: «No es un drama perderse, sino permanecer perdido»

Reverendo: «No es un drama perderse, sino permanecer perdido»

Reverendo padre Domingo Legua Rudilla

SANTO DOMINGO.-Durante la séptima y última palabra «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, el reverendo padre Domingo Legua Rudilla aseguró que «no es un drama perderse, pero que sí lo es permanecer perdido», afirmando así que ha visto tanto a políticos , sacerdotes y profesores en esa condición. 

«Muchas veces he visto a papás y mamás perdidos, profesores perdidos, sacerdotes perdidos, yo mismo en alguna ocasión me he perdido. No es un drama perderse, sí lo es permanecer perdido, Lo correcto será reconocerlo y volver al lugar en donde estuvimos la última vez», dijo el reverendo.

Dijo además que, la gente, sobre todo los servidores públicos nunca están donde deben de estar, permanecen perdidos.

Criticó el hecho de que hoy en día hacer una diligencia, por insignificante que sea, supone una enorme pérdida de tiempo y energía:

“Aquí no es… vaya usted a tal oficina… el director no está… venga usted más tarde… se cayó el sistema… vuelva usted mañana etc….” Que grave es no saber estar
donde a uno le corresponde», expresó.

Reverendo Rodríguez critica muchos quieran alcanzar el éxito sin esforzarse

El reverendo padre José Rodríguez, vicario Judicial del Arzobispado de Santo Domingo, criticó este viernes  el hecho de que muchos quieren alcanzar el “éxito” pero sin esforzarse.

En su reflexión de la sexta expresión de Jesús en la cruz «Todo está consumado», en el Sermón de las siete Palabras celebrado en la Catedral Primada de América, el sacerdote expresó que muchos aspiran a una vida alegre, feliz, exitosa; pero basan su proyecto de vida en el mínimo esfuerzo.

«No les gusta superarse a través del estudio, les basta tratar de hacerse famosos a través de la redes sociales; o peor aún, buscar el dinero rápido de la droga o el robo; a otros les cuesta permanecer en un empleo porque no les gusta obedecer a otro, muchas veces por pura soberbia; sólo buscan “pareja”, no quieren un “cónyuge” con quien compartir toda una vida, porque la vida matrimonial y familiar “hasta que la muerte los separe”, les resulta algo imposible; en resumen, no quieren sufrir, quieren alcanzar el “éxito” pero sin esforzarse», manifestó.