Me he mantenido en bajo perfil, asumiendo las medidas que desde el gobierno se han tomado en el marco de la declaratoria de emergencia. No obstante, cada día que pasa aumenta mi preocupación, como la de todos los ciudadanos, por el escalamiento de la pandemia, y el evidente subregistro de infectados, lo cual limita el accionar de respuesta y multiplica la propagación.

Para resolver esta problemática, se requiere la aplicación de pruebas masivas, lo cual ha sido sugerido por varias entidades nacionales de alto prestigio, entre ellas la Universidad Autónoma de Santo Domingo -UASD- y el Colegio Medico Dominicano.  No obstante, estas propuestas no han  encontrado respuestas por parte del Ministerio de Salud, cuyo incumbente ha aducido dificultades para la compra de los reactivos en virtud de la alta demanda y escasez de los mismos a nivel internacional.

Mientras crece el número de infectados y de muertos, solo la aplicación de pruebas masivas permitirían  tener una clara dimensión del nivel de infección que existe en el paìs, lo que coadyuvaría en forma más eficaz al combate del virus. Los datos ofrecidos por el Ministerio de salud al día de hoy dan cuenta de que se han aplicado algo mas de 12 mil pruebas y ayer el gobierno anunció la compra de 38 mil 500 kits de pruebas rápidas, lo que es a todas luces insuficiente, aún cuando el presidente de la República había anunciado que se aplicarían en forma gratuita a todas las personas que presentaren síntomas, las solicitudes de la población se acumulan, en una espera interminable, sin que muchas personas puedan confirmar o descartar la presencia del virus.

Negando la versión de escasez que presenta el Ministerio de Salud, hemos podido constatar que existen ofertas confiables y en las cantidades que requiera el país, como es el caso del laboratorio SD BioSensor, de Corea del Sur que, según cotización en mi poder (la cual adjunto a esta publicación), emitida en fecha 27 de marzo del 2020, tiene disponibles 100 mil kit de pruebas, a un costo de 18 dólares cada uno, los cuales pueden ser enviados al paìs por vía aérea en un lapso de 7 días. Se trata de pruebas PCR de alta sensibilidad, con especificidad y diagnóstico precoz, ya que detecta el virus en las primeras fases respiratorias; además de que cumplen con el protocolo de Berlin y con los requerimientos de la OMS.

Habiendo comprobado que la afirmación de que hay escasez por falta de ofertas en el mercado internacional no se corresponde con la verdad, en mi calidad de legislador y de ciudadano, me surgen las siguientes interrogantes:

1.- ¿Por qué no tenemos pruebas suficientes si, cómo se puede comprobar, cien mil kits de pruebas están disponibles para entrega en siete días, desde el 26 de marzo?

2.- ¿Cómo es que un  político, por demás, del partido de gobierno trae pruebas y el gobierno no sabe donde comprarlas?

3.- Si estas pruebas, con las características técnicas descritas, pueden ser transportada al país por VIA AEREA desde Corea, a un costo menor de 1,000 pesos por unidad, ¿por que no permitir que las empresas del sector  salud importen libremente las pruebas, comprándolas a fabricantes previamente autorizados y reconocidos, de modo que la misma pueda ser aplicada masivamente en todos los centros de salud del paìs que tengan las condiciones para ello?

Ojalá que este no sea otro caso en que “no se lava ni se presta la batea”.