La gente de La Zurza vive penurias por construcción de la CAASD

La gente de La Zurza vive penurias por construcción de la CAASD

La gente de La Zurza vive penurias por construcción de la CAASD

Creación del Metro los llevó allí y ahora la planta de tratamiento Mirador La Zurza empeoró la situación. Elieser Tapia

SANTO DOMINGO.-“Aquí cuando no es el polvo que nos está matando, es el lodo que nos está comiendo, a veces duramos hasta cuatro días sin agua, porque los aparatos rompen las tuberías, o quedamos a oscuras porque tumban el alambrado”.

Ese drama, descrito por Carmelita Diloné, retrata parte de las vicisitudes que viven las 50 familias reubicadas a orillas del río Isabela desde el inicio del Metro de Santo Domingo, para dar paso a lo que sería la avenida del Río.

Hoy estas gentes han empeorado su situación con la construcción de la subestación de bombeo de la planta de tratamiento Mirador Norte La Zurza por parte de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).

Deterioro Vs. salud

Además del progresivo deterioro que experimentan las “casuchas recauchadas” con trozos de madera y zinc viejos, las empobrecidas familias se ven cada día obligadas a tolerar el polvo que levantan los equipos pesados utilizados en la creación de la estación procesadora de agua.

Diloné, al igual que otros vecinos del sector ubicado en las proximidades del puente Francisco J. Peynado, asegura que han abusado de sus condiciones. Además de “acorralarlos” entre la pared de la nueva construcción y el río, les quitaron el pequeño espacio verde o parquecito de recreación que tenía la comunidad.

“Nos engañaron, nos han dejado abandonados… reclamamos y no nos escuchan. Lo peor es que los niños se nos están enfermando a diario con el polvo y tenemos que tomar cubetas con agua para aplacar la polvareda”, dijo Héctor de los Santos.

Víctor Manuel Portorreal, vocero del Comité Gestor Pro Desarrollo de La Zurza, dijo que del total de 178 familias desalojadas de la parte inundable del río, un grupo de 81 familias fueron beneficiadas con apartemantos, 50 están en las casitas provisionales y el resto anda en casa de amigos y familiares con cartas de promesas de viviendas dignas. Esperan su reubicación para mejorar la calidad de vida.

Gestiones

—1— Ruidos
Cecilio Santos dijo que el lugar se ha vuelto un “infierno” con el polvo y ruido de los equipos.
—2— Enlace
A través del sacerdote Joselito Beltré esperan noticias de dónde serán reubicados.



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