Santo Domingo.-La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)  inició en la tarde de ayer el conocimiento de la demanda incoada contra el Estado dominicano por la familia del desaparecido profesor universitario Narciso González (Narcisazo), la cual ocurrió el 26 de mayo de 1994, luego de que el catedrático criticara al fenecido expresidente Joaquín Balaguer.

  El proceso que se lleva a cabo en la sede de la CIDH en San José, Costa Rica, continuará hoy a partir de las nueve de la mañana, con la ponencia de otros testigos.

Los jueces, al resumir la acusación contra el Estado dominicano, expresaron que la desaparición de González fue una consecuencia de sus posturas políticas, y sobre fraudes cometidos por Balaguer durante sus gobiernos, en especial el cometido en  1994 contra José Francisco Peña Gómez.

El Estado dominicano es representado en la corte por el procurador Adjunto Bolívar Sánchez, quien está acompañado de otros miembros del Ministerio Público dominicano.

Los cinco jueces de la CIDH, presididos por el magistrado Diego García-Sayán, iniciaron escuchando el testimonio de la esposa de Narciso González, Altagracia Ramírez.

Las declaraciones

 Ramírez dijo esperar que se haga justicia, y conocer lo que le sucedió a su esposo.

   Durante su declaración, que era seguida on line a través del website de la CIDH,  la esposa de “Narcisazo” también narró detalles sobre su desaparición.

Otro testigo que expuso fue el también profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) Mario Suriel, quien manifestó que el Estado dominicano no ha tenido interés por esclarecer la desaparición de su amigo.

Afirmó que la mayoría de las informaciones disponibles han sido obtenidas por civiles que  integran la Comisión de la Verdad.

  Calificó la desaparición de Narciso González como un crimen de Estado.

Juez expone

El juez de la Cuarta Sala de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, Eduardo Sánchez Ortiz, también expuso en su condición de perito presentado por el Estado, ya que fue el juez de la Instrucción de la audiencia preliminar que se realizó en 1995 con relación a la desaparición.

El magistrado Sánchez Ortiz ofreció explicaciones sobre las indagatorias del caso, las que incluyeron investigaciones  a altos oficiales de las diferentes instituciones castrenses dominicanas.

Sobre suicidio

El juez Sánchez Ortiz afirmó que durante las investigaciones de la desaparición de González no recibió ninguna documentación que avalara la versión del suicidio. La pregunta sobre la hipótesis del suicidio la hizo el representante del Estado Bolívar Sánchez.

Sánchez Ortiz expresó que algunos testigos que entrevistó rechazaron esa versión. Expresó  ante los jueces del Tribunal Internacional que la versión del suicidio fue descartada por las autoridades de la UASD.

No obstante, dijo que uno de los testigos, en este caso Jimmy Sierra, argumentó que en la casa de González se habló de esa tesis luego de su desaparición, en mayo de 1994.  

 Planteamiento de López

La hipótesis del suicidio también la manejó el periodista Oscar López Reyes en su libro “Crímenes contra la prensa. Atentados y censuras en República Dominicana 1844-2007”.

López Reyes, quien acudió, según el mismo afirmó, a la audiencia de la CIDH para atestiguar como  perito del Estado, dijo que su hipótesis sobre el posible suicidio de “Narcisazo” se   mantendrá en  vigencia y en el debate mientras las investigaciones oficiales no ofrezcan un resultado concreto  sobre la desaparición.

A través de varios documentos enviados a los medios de comunicación, trató sobre una “carta asombrosa y conmovedora” que el desaparecido profesor universitario envió a dos de sus hermanos.

Dijo que  no pudo obtener copia del manuscrito, pero aseguró que pudo leer el manuscrito.

“Por criterios del Ministerio Público, no lo tengo en mi poder, pero tuve la oportunidad de leerlo, a través de un tercero. Su contenido es conmovedor”, dijo López Reyes.