Habrá esperanzas de vivir con paz…

Habrá esperanzas de vivir con paz…

Habrá esperanzas de vivir con paz…

Han ocurrido tantos homicidios por pequeñeces que uno se cuestiona, y pienso en la frase de Mahatma Gandhi: “No hay camino para la paz, la paz es el camino”.

Se hace necesario que cada uno desde su espacio trabaje por una cultura de paz, para salvar, no solo su ciudad, también su país, de manera que a tantas familias dominicanas esas desgracias no les toquen sus puertas con el dolor, ya sean homicidas o víctimas.
La paciencia se cultiva, no es una semilla que se siembra, pero sí se cultiva.

Todo comienza en el hogar, donde vivimos, trabajamos y accionamos; es preciso ejercitarnos para ser pacientes, porque nos permitirá mantener la calma en situaciones externas.

Lo mismo puede ocurrir, y de hecho es lo que ha ocurrido, se pierde la paciencia y si nos acostumbramos a actuar con violencia en el hogar, en los sucesos cotidianos, al salir a la calle seguiremos el mismo patrón conductual.

Es preciso y urgente cuestionarnos acerca de lo que estamos labrando con nuestra actuación, porque es intolerable cómo se está sembrando el dolor desgarrador en tantas familias dominicanas, por las víctimas y los victimarios; los familiares sufren, aunque de forma distinta, se marcan sus vidas con el dolor para siempre.

Todos podríamos ser responsables, también, cada uno de nosotros podemos poner un granito de arena y que se terminen tantos homicidios por nimiedades, porque lo más valioso que existe es la vida… no se recupera, ni se paga, ni es negociable; es un don que no sabemos cuánto durará, pero debemos conservarla.

La paz es el camino, decidamos cultivar la paz personal y que manifieste a los demás.



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