Golpes de efecto 

Golpes de efecto 

Golpes de efecto 

  En los últimos días el Partido Revolucionario Dominicano está sumido en una  crisis interna producto de desavenencias entre seguidores del candidato presidencial Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado.

Sin embargo, se atribuye a la gente de Vargas querer vender la idea de que el problema es más grave de lo que es,  a lo que se atribuye  la renuncia de adeptos del presidente del PRD de los diferentes comandos de campaña a nivel nacional.

Entre los seguidores del expresidente Hipólito Mejía se dice  que el problema radica en que el equipo de Vargas Maldonado quiere forzar una situación que obligue la repartición de posiciones de cara a un futuro gobierno de esa parcela política.

Inclusive, en una ocasión se rumoreó que Vargas Maldonado y su gente estarían interesados en la nominación vicepresidencial del partido opositor.

 

 Otra cara de la crisis

Otro elemento que atiza el enfrentamiento entre los parciales del PRD se atribuye a que seguidores de Miguel Vargas se aprestan a anunciar su posible respaldo a la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, como lo hicieron el alcalde de San Cristóbal, Raúl Mondesí, y la vicealcaldesa del municipio Santo Domingo Norte Ada Aimé de la Cruz.

A Miguel Vargas se le acusa de querer debilitar la candidatura de Mejía de cara a los comicios de 2012.

  Conflicto en el PRSC

El enfrentamiento entre el presidente del Partido Reformista Social Cristiano, Carlos Morales Troncoso, y el secretario general Ramón Rogelio Genao se esperaba desde hacía muchos meses, por el hecho de que los dos nunca se “han gustado” y cada quien desconfía del otro, principalmente cuando se trata de algún acercamiento con el Gobierno y el PLD.

Asimismo, en el conflicto ha salido a reluciar las simpatías que esconden los sectores en pugna por inclinar la entidad política a un pacto con el PLD y con el PRD, situación que ha comenzado a relucir en los enfrentamientos.

 La Capital a oscuras

En medio de la ola delictiva, muchas calles y avenidas de la Capital lucen totalmente a oscuras, principalmente a altas horas de la noche.



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